«Nuestra miel es muy buscada en el mundo y tener un sello argentino, o logo, le da al consumidor indicios del origen de la miel y así puede establecer su preferencia sobre otros productos del mercado«, dijo a este portal Pablo Elizagoyen, técnico en alimentos del departamento de Alimentos en INTI General Pico.
Recientemente, fue el encargado de hablar de herramientas de agregado de valor para el sector apícola en una jornada destinada a fraccionadores pampeanos. «Vamos a introducir el tema de la legislación nacional a cumplir, con los requisitos para el país de destino de importación, también de las normativas voluntarias que tienen que ver con ciertos sistemas de calidad e inocuidad, que es un poco a lo que nos dedicamos desde el departamento para asistir a las empresas. Y además, de otras opciones como certificación orgánica, sello argentino, logo sin TAC o identificación de origen«, explicó.
El entrevistado señaló que están trabajando con diferentes plantas de fraccionamiento, algunas están más avanzadas que otras en temas de inocuidad. Por esa razón se trata desde el INTI de ayudarlas a cumplir con esos requerimientos y poder desde ahí avanzar de a poco. Se inicia por las cuestiones más básicas que se pueden exigir y desde allí se va ampliando la perspectiva según la orientación de cada emprendimiento, sea pensando en un sello orgánico, hacia productos sin TAC (que es algo que la miel puede aprovechar porque es una característica natural) o viendo alguna identificación de origen.
«Hemos ayudado a empresas que logran llegar a mercados internacionales, como algunas que están próximas a vender en Estados Unidos, que es un lugar que demanda mucho la miel. Pensando en aportar valor desde el fraccionado porque si no se comercializa mucho el tambor«, explicó. Elizagoyen indicó que en las ventas a granel se puede tener una certificación como la orgánica pero se fracciona en el país de destino y no se muestra directamente las características del producto argentino.
Para comenzar a transitar este camino con las plantas fraccionadoras lo primero que los técnicos del INTI hacen es visitar el establecimiento y ver las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Desde allí se sigue hacia otro sistema de calidad como es el HACCP (Hazard Analysis Critical Control Point)) que da entrada a los países que integran el Mercosur. Los siguientes pasos son más específicos pensando el mercado de destino.