Andrés Corró Molas, jefe de la AER de INTA en General Pico, se refirió a las enfermedades de la campaña que en soja mientras el cultivo termina de llenar vainas. Problemas de hongos, heridas por granizo chinches y otras situaciones a tener en cuenta.
El profesional indicó que se observan los problemas de suelo y de raíz con un avance de las foliares así se ven algunos casos de Rhizoctonia que se ve con manchones por un hongo que gusta de los suelos arenosos con PH ácido que son característicos de las lomas en esta región del note pampeano.
Este problema es de la zona arenosa, básicamente, pero también se observa cancro que es una enfermedad nueva para la región que se observa hace unas o dos campañas. Un cancro diferente al de la década del ’80 que por mejora en las resistencias ya no se ve. La variante actual afecta a plantas susceptibles e infecta grandes superficies de campos fértiles, es una enfermedad que puede venir en la semilla y por ello se debe prestar atención al curado para no introducir el hongo en los lotes donde se sigue alojando en los rastrojos y la estrategia más efectiva para evitarlo es que no ingrese mientras se identifican los lotes donde ya se ven los síntomas.
Otras situaciones en estudio son las infecciones derivadas de las heridas por granizo, se observan infecciones en los tallos que deben analizarse para distinguirla del cancro y considerar si se dan por el ingreso de otros microorganismos.
La mancha marrón, la mancha púrpura y otras enfermedades más conocidas por el productor son más fáciles de diagnosticar, refirió. La pérdida de calidad de granos, como se vio el año pasado, por exceso de humedad no se observa.
En soja, hay una disminución de chinches en relación a años anteriores y sí hay algunos focos de gata peluda. Esto implica prestar atención, ver el estado de las hojas y en los lotes más atrasados para el llenado se debe monitorear porque es una plaga que avanza rápido.
