En el norte bonaerense, Martín Albornoz emprendió junto a su hermano un desafío poco común: medir el comportamiento de 34 híbridos en un mismo lote, bajo condiciones de manejo tradicional y con un seguimiento técnico exhaustivo.
El resultado fue uno de los ensayos más grandes de maíz del que él tenga registro y tuvo al híbrido de Nidera NS 7765 VIPTERA 3 como protagonista, porque no sólo estuvo entre los cuatro de mayor rendimiento, sino que logró sobreponerse mejor a sus competidores ante una marcada escasez de lluvias en el período crítico del cultivo.

Albornoz es productor y asesor agropecuario. Desde su empresa, Grupo DTP, se dedica a acompañar a productores en la gestión integral de sus campos. El grupo trabaja sobre cuatro pilares —técnico, administrativo, financiero y comercial— y brinda un servicio de gerenciamiento que abarca desde el análisis de datos productivos hasta el flujo de fondos y capital de trabajo. En ese ida y vuelta con clientes, muchas veces se vinculan con los comerciales de semillas para testear y hacer ensayos. “Probamos y después hacemos nuestro propio ensayo”, contó.
Su área de influencia abarca unas 5000 hectáreas alrededor de Ascensión, en el norte de Buenos Aires, donde producen trigo, soja, maíz, arveja, girasol y pasturas de avena, centeno y vicia. La zona no requiere grandes presentaciones: es el corazón de la zona núcleo y sus condiciones la hacen de las más fértiles del país. “Son muy buenos lotes porque estamos en la zona más productiva de la Argentina. Los lotes acompañan en prácticamente todo”, describió. Allí los suelos tienen buena fertilidad y rotaciones estables. “En años normales, un maíz puede superar los 12.000 kilos por hectárea y una soja los 4.000”, consideró.
Fue en ese contexto donde realizaron un ensayo sobre siete hectáreas con 34 híbridos de 12 semilleros diferentes, todos con testigo apareado. Se sembró temprano, el 17 de septiembre 2024, y cosechó el 13 de marzo. La particularidad de este ensayo fue el clima porque hubo menos precipitaciones. Fue en ese contexto cuando el híbrido de Nidera mostró su fortaleza. “El NS 7765 VIPTERA 3 se comportó muy bien en siembra temprana y mostró una estabilidad notable durante el período sin precipitaciones”, porque en estas condiciones secas, el rendimiento fue de 9960 kilos por hectárea, 724 kilos por encima del testigo (un 7% más). En la comparación general, se ubicó entre los cuatro mejores híbridos y con excelente comportamiento frente a vuelco.
El resultado del NS 7765 tiene lógica en función de los datos: según registros de PROTEA, en localidades como Vedia, Junín y Chacabuco, el híbrido tuvo un rendimiento promedio de 10.488 kilos por hectárea, lo que lo ubicó entre los más altos de la zona. Tras los resultados en el ensayo, definieron ampliar la superficie para la próxima campaña. “El año pasado sembramos 20 hectáreas con semillas de Nidera y este año ya vamos a pasar a 200 ó 250 hectáreas”, cuenta Albornoz. Y adelantó los próximos pasos: “Vamos a hacer un nuevo ensayo de tecnología aplicada, con dos densidades —alta y baja— y comparando con y sin fungicida, para seguir desarrollando el potencial del híbrido”.
Fuente: Prensa Nidera/ Savia Comunicaciones








