En el tema de mezcla de herbicidas y coadyuvantes es importante pensar que en la actualidad se hacen combinaciones pero no todos los productos se pueden mezclar, explicó Alejandro Brunori, investigador de INTA Marcos Juárez y profesor de Terapéutica Vegetal en la Universidad Nacional de Villa María en el marco de la Jornada Regional de Manejo de Malezas

«Hay que entender cuáles son los factores involucrados en el éxito o el fracaso de una mezcla porque eso puede tener consecuencias de eficacia en control postemergente y preemergencia al cambiar la residualidad de un activo, modificando la persistencia, generando fitotoxicidad o reduciendo la seguridad en la aplicación«, comentó a RD esta tarde durante la jornada realizada en la rural piquense.
Al elegir un nuevo producto, que responda a una necesidad específica de uso ya sea para malezas, insectos u otra plaga, hay que considerar con qué se va a mezclar. El entrevistado manifestó que una recomendación, ya que no se puede garantizar desde el principio una aplicación exitosa, es que se haga una prueba de mezcla a pequeña escala que se denomina «jar test» o prueba de jarra. Porque es una representación de lo que se haría luego utilizando las máquinas, pensando en reflejar de manera proporcional a lo que se hará en el campo.
Brunori comentó que «todo producto que se use de manera recurrente sobre un mismo biotipo o conjunto de individuos de una especie, al aplicarlo en sucesivas generaciones, actúa como un filtro o una selección artificial (…) que en el tiempo hará permanecer a los ejemplares que no sean susceptibles para controlarse con el mismo herbicida». Hay otras características en lo referente a la resistencia por las cualidades de la planta, la variabilidad genética, su nivel de reproducción y más.
Cómo se maneja la rotación de productos y la de cultivos, fue una de las consultas realizadas y el ingeniero consideró que «años atrás había herbicidas selectivos que se usaban en girasol y otros en maíz entonces al hacer una rotación de cultivos de manera indirecta se rotaban también los productos. Pero hoy en día tenemos herbicidas más versátiles que permiten usarse en girasol y maíz, entonces al hacer una rotación de cultivos en el campo se mantiene el mismo producto y aumenta el riesgo de aparición de resistencia».