«Tenemos caídas grandes en maíz y soja»

«El panorama de lo que se está terminado de levantar y en cuanto a los cultivos de gruesa, como maíz, soja y girasol, es en general de una campaña floja. Quizás no fue tanta la merma en girasol pero fue muy importante para los otros granos con variación según lote e influencia de napas. Sin embargo hablamos de un 40% de baja en relación a lo que es normal para la región«, dijo ingeniero Andrés Corró Molas, jefe de la Agencia de Extensión Rural- General Pico del INTA.

Analizando la situación agrícola, el profesional dijo a este portal, que para lo que se viene con trigo y cebada la perspectiva tampoco es la mejor. El otoño tuvo precipitaciones por debajo de la media, y no hubo recarga entre febrero y marzo tampoco. De este manera la reserva en suelos será una limitante del potencial productivo para la fina.

«Estamos en fecha aún y la intención de siembra permanece. Hay humedad para que germinen los lotes pero la estrategia es moderada: Para arrancar el cultivo y observar sobre la marcha cómo evoluciona el clima«, indicó a RD.

Corró Molas manifestó que no serán planteos iniciales de alta tecnología, sino de tratar de aprovechar las condiciones de siembra y si hay precipitaciones entre julio y agosto se puede ir corrigiendo el nivel de fertilizante para aspirar a un mayor potencial.

SE EVIDENCIARON LAS DIFERENCIAS DE MANEJO

El ingeniero agrónomo refirió que en estos años, donde falta agua, se observa cómo se potencian las diferencias de manejo. La napa es un factor relevante pero principalmente si es de buena calidad y las raíces tienen acceso a ella. Sin embargo en esta región la influencia de napas no se aplica a la mayoría de los productores. Sí se considera el agua de barbecho, recarga del perfil, ajuste de fertilidad, manejo de malezas y los problemas físicos del suelo como la compactación.

Para la nueva campaña se debe prestar atención al «carry over» que es el efecto de algún tratamiento del cultivo anterior. Ante la falta de humedad y la permanencia de los suelos con ese déficit hídrico los productos aplicados, como los herbicidas, no han sido degradados y se potencian así algunos problemas residuales sobre lo que se va a sembrar.

Corró Molas destacó que ahora se debe pensar en cuanto a sanidad en la semilla, apuntando a carbón y caries que requieren la cura con fungicidas previo a la siembra. También se define el comportamiento sanitario de los trigos para la roya, eligiendo el cultivar según la información disponible en base a su resistencia y susceptibilidad.

Luego, ya se debe esperar a los cambios de temperatura y humedad de septiembre- octubre cuando se hacen controles por enfermedades foliares.

PERSPECTIVA CLIMÁTICA

El entrevistado señaló que hay consultas sobre la tendencia climática general, de un escenario niño, con mayores precipitaciones. Sin embargo, para la zona de La Pampa no se espera que las lluvias sean abundantes o superiores a la media. «Hoy el pronóstico que vemos no indica un cambio muy importante con respecto a la condición que venimos teniendo«, dijo a este portal.

Para concluir recordó que en la actividad ganadera también se observaron las complicaciones por sequía y ante la baja posibilidad de generar reservas de alimentación el invierno será difícil. Hacia el oeste no sólo se vio la falta de lluvia para pasturas y granos, recordó, sino que el maíz destinado al ganado tuvo pérdidas por heladas tempranas que perjudicaron al cultivo.