Las lluvias de inicios de septiembre fueron un alivio luego de los meses más secos, consideró la ingeniera Eugenia Ghironi, de la AER General Pico de INTA. Y advirtió que hace 15 años que la media es de 776 milímetros pero los registros suelen ubicarse por debajo de esa cifra.
“Se duplicó el promedio histórico para nuestra zona, que en septiembre es de 40 milímetros y en la estación metereológica de Trebolares se registraron 85 mm. Hay que recordar que las lluvias son muy variables, por esa razón en algunos lugares pudo llover más de 100 mm. y esas diferencias se ven por zonas e incluso dentro de un mismo campo cuando se trata de un establecimiento de miles de hectáreas se ve esta disparidad entre lotes”, explicó a RD.
Cada productor deberá ver cuánto retuvo su suelo antes de sembrar, considerando capacidad y profundidad. Quienes tengan profundidad, perfiles llenos, o napa cercana pueden apuntar a maíces de siembra temprana con buena tecnología. Pero en otros ambientes no tan beneficiados, pensando en maíz, van a llegar a diciembre sin agua entonces sería mejor incorporar algunos cultivos tardíos dividiendo las fechas de implantación para obtener lluvias en febrero.
Otro consejo es usar el barreno, variar cultivos y considerar todos los factores del ambiente.
La ingeniera recordó que la reposición de agua se hizo primero en marzo y abril, con 150 y 190 mm., o sea que hasta ahora se fueron acumulando 580 milímetros que es un registro similar al del 2020. La diferencia radica en que septiembre tuvo el doble de la media, y el año pasado pasado los registros se distribuyeron también entre octubre y noviembre.
Para el 2021 las perspectivas, al pensar en un pronóstico tienen cierta variación, son de nuevas lluvias hasta noviembre. Sin embargo, destacó, diciembre y enero ‘22 van a tener precipitaciones inferiores junto con una combinación de temperaturas que pueden estar sobre los registros habituales. Con esta expectativa las lluvias volverían a prometer para febrero ‘22.
LA MEDIA ZONAL
Ghironi recordó que la media hace 15 años es de 766 milímetros en esta zona norte de La Pampa, pero en el 2020 el registro fue menor con una diferencia importante de 50 mm. Y lo que se observa es que se viven más años por debajo del promedio que por encima.
“O sea que en 15 años por encima de esa media sólo hubo cuatro registros anuales, por lo que se ve que tenemos un período seco. Pero las lluvias han salvado la producción con buenos acumulados en meses como marzo, abril, diciembre, además el estrés térmico no ha estado (con máximas sobre 35ºC por varios días seguidos) afectando las cosechas”, analizó.
