En los lugares donde hay una buena cobertura, como los bajos, ya se ven problemas en la siembra de trigo y una de las preguntas es si se puede trabajar con algún tipo de laboreo además de la siembra directa teniendo en cuenta que si las napas tienen un problema de sales el ascenso del agua equivale a salinizar.
El ingeniero Cristián Álvares (AER INTA G. Pico), explicó: “Se debe saber a qué profundidad está la napa y la calidad que tiene para el cultivo de invierno pero sobre todo para el de verano porque en ese momento hay mayor evaporación”.
Al verificar los niveles de conductividad, para evitar el laboreo, hay que ver si están desde 1.5 y 2 decisiemens o su equivalente con un gramo de sal por litro de agua. Porque si bien son napas muy buenas pero cuando están cerca de la superficie y no hay buena cobertura la tasa de evaporación lleva las sales a la superficie provocando problemas con el cultivo siguiente.
“Ahora todos se desesperan porque se ven sales en superficie y es normal. No se ve en marzo o en abril, pero el proceso de salinización se observa en esta época como resultado de una acumulación de sales. A superficie llegan entre 50 y 150 kilos de sal por día, pero para que ese contenido blanco se vea debe haber hasta unos 1.500 kilos según el tipo de sal que se va mostrando en un plazo de 20 días. Cuando la napa está oculta, y no llega superficie, con la evaporación la sal queda en el perfil y el problema se va a expresar en el siguiente cultivo”, afirmó.
RECOMENDACIÓN
“Lo que estamos recomendando es que cuando vemos que algún vecino mide napas y las chequea es importante preguntarle cómo están porque puede haber problemas de sales y de pérdidas de nutrientes. Por ejemplo, en una época donde se están fertilizando o refertilizando los cultivos una estrategia interesante es ver si hay lavado, más allá de la presencia de lluvias. Esa variable se debe verificar porque gran parte del nitrógeno se va más para la napa que para el cultivo. Entonces es importante ver este factor.
«Hoy en muchos de los lugares donde se está haciendo trigo, en algunos casos por rotación y en otros por exceso hídrico para consumir el agua excedente y evitar problemas con el cultivo de verano, se debe considerar esto para poder fraccionar las dosis de nitrógeno. Logrando una eficiencia de uso en cuanto a la aplicación y la respuesta del cultivo”, manifestó.
Este año hay un nodo de trabajo, señaló, donde se muestra en La Pampa lo que se está logrando en ambientes que tienen frecuentes anegamientos y también temporadas de seca, en suelos con limitación por tosca, donde se viene observando la respuesta de panicum, agropiro y llorón. “Para mejorar este año se trabajo mucho en la intersiembra con visia y es interesante cuando en enero se piensa en tener un espacio verde sobre los llorones permanentes que asociados a leguminosas pueden lograr un sistema interesante para la zona”, consideró. Optando así por especies tolerantes a los cambios y que ayuden a mejorar la carga ganadera, e incluso con la opción de que el productor haga un manejo al lograr semillas de panicum o agropiro que le den ganancia.