La médica veterinaria Zulma Canet compartió recursos para las personas que integran la REDICOA, apuntando a una mejor producción aviar con un enfoque agroecológico para mitigar el impacto de enfermedades como la coccidiosis.
La especialista se refirió específicamente al beneficio que conllevan estos preparados, en contraste con algunas vacunas que en general son importadas y no siempre son efectivas para la totalidad de enfermedades producidas por coccidios. Por lo cual no hay certeza de que las vacunas vayan a funcionar.
“Los antibióticos no son recomendables porque estás generando resistencia. En cambio, la utilización de alternativas como el uso de probióticos, principios activos provenientes de plantas y más amigables con los sistemas, es mucho mejor”, asintió.
Es muy importante trabajar en la prevención y el manejo. Hay factores que predisponen a la enfermedad, hay que tratar de hacer una muy buena bioseguridad y limpieza de las instalaciones. Este parásito genera una forma de resistencia en el ambiente que es muy difícil, sobre todo en sistemas pastoriles, ya que limpiar la tierra es algo inviable. Es importante implementar medidas de bioseguridad con todo lo que tiene que ver con la limpieza del lugar y con el manejo en general. Evitar el exceso de humedad en las camas.
Al preguntarle por la recepción de los productores del modelo agroecológico para la coccidiosis aviar, la médica veterinaria contó que fue muy buena y que estuvieron muy dispuestos a que se tomen muestras. El trabajo del equipo se hizo en la Provincia de Buenos Aires y de Santa Fe, donde se interesaron por los resultados y tratamientos.
A la par, se reafirmó la necesidad de reconocer la coccidiosis porque, cuando no provoca la muerte, esta enfermedad puede disminuir la productividad de una producción. “Si son animales de engorde, se retrasan los tiempos para lograr el peso de faena, ya que, al tener un intestino lesionado por este parásito todo lo que pueda metabolizar el animal está disminuido. Y también un intestino lesionado abre la posibilidad a otras enfermedades”, afirmó.
Destacó algunas señales de alerta importantes: por un lado, un olor agrio particular que puede haber en producciones infectadas por coccidiosis. En los pollos, el animal puede estar decaído, como con frío y presentar materia fecal con líneas de sangre si la enfermedad ya avanzó. No se da en pollitos muy chiquitos, sino en animales que tienen más de cinco o seis días.
Un tip que compartió Zulma es tocar los excrementos con un papel o servilleta para confirmar que realmente tenga sangre, y no por alguna particularidad del alimento. “Dependiendo de qué parte del intestino afecta este coccidiosis, es una sangre más entera, más bordó o puede ser un tipo de sangre más digerida, entonces eso puede confundir”, agregó. Los animales también tienen las plumas erizadas.
Si el animal muere, es importante hacer una necropsia en un lugar muy cuidado, mejor si es con un técnico especialista. Lo que se verá es sangre en los intestinos.