«En febrero, los precios de la hacienda aumentaron en términos nominales, aunque no alcanzó para ganarle a la inflación, excepto en el caso de los vientres, que acompañó los precios de la economía», informó el Monitor Ganadero de la FADA.
Se prevé que la faena de este año sea inferior a la de 2023, indicó el análisis, si bien por segundo mes cayó la faena interanual, luego de un año y medio de crecimiento, acompañado de una menor participación de hembras, que representó casi dos puntos menos contra enero, y la más baja de los últimos 11 meses. Lo anterior son indicios de estar frente a un cambio de fase en el ciclo ganadero, luego de la liquidación que disparó la sequía.
Si bien la exportación ganó poder de compra con la devaluación, ante el aumento de precios de la hacienda no logró traccionar los precios. Al comparar con febrero del año pasado, cayeron entre un 10% y un 25%.
Los corrales siguen con margen bruto negativo, profundizándose en febrero, por el deterioro de la relación de precios entre ternero/novillito. Sin embargo, hubo una mejora en la relación de precios entre maíz/novillito.
El poder adquisitivo cayó fuertemente. destacó FADA, y continuará en caída en los próximos meses por la alta inflación.
En este contexto la carne vacuna se encareció respecto al pollo y cerdo, cediéndole ventaja en precio y consumo a las otras carnes.
