50 millones de toneladas o más, es la esperanza sojera del 2024

Con un mejor pronóstico climático y a la espera de medidas económicas que sirvan el agro, la soja tiene buenas perspectivas para la campaña 24- 25, analizó Rodolfo Rossi, presidente de AcSoja en diálogo con este portal.

Se cumplieron las perspectivas de un crecimiento del 70% de la superficie de siembra para la gruesa, anunciado en la Expoagro 2023?

Rodolfo RossiAcSoja

«Respecto a la proyección de siembra, y viendo la campaña anterior tan afectada por la sequía con el desplazamiento de las fechas y que quedó superficie sin sembrar, lo que vemos en esta campaña es un aumento luego de varios años para la soja con un millón doscientas mil hectáreas estimadas. Va a cambiar un poco el sentido de estancamiento y caída de este cultivo en los últimos años. En el caso del maíz, es un poco menos del estimado.

En relación a cómo se ha sembrado, en la soja con la mayor superficie ocupada, las lluvias recibidas y la recuperación de humedad en los perfiles se estima una cosecha (si bien aún es temprano) que puede llegar a las 50 millones de toneladas o un poco más -si se cumplen los pronósticos«, indicó.

Hasta ahora, hablamos de buenas a muy buenas condiciones en la soja?

«En general es así, con bastante equilibrio en la zona central con la siembra bien avanzada a diferencia del noreste y noroeste donde se trabaja hasta enero con las fechas habituales«, señaló.

Viendo la adopción de tecnología para la campaña gruesa qué se puede analizar?

«Hasta ahora no vemos un cambio grande, pensemos que se sembró con todo el proceso eleccionario y eso genera -por la macroeconomía- una gran incertidumbre. Muchos productores por temas de financiación venían mal desde la campaña anterior, hay un esfuerzo de las proveedoras de insumos y falta de dólares para importar fertilizantes y agroquímicos. Eso redujo la aplicación de tecnologías. Es un tema de costos pero también de disponibilidad. Incluso se está terminando de fertilizar el maíz con nitrógeno y hay escasez de urea. Lo importante es decir, que en el caso de la soja estamos fertilizando menos del 50% de los lotes, la reposición de fósforo tanto como del azufre va del 40 al 60% por lo tanto no se cumple el objetivo que debíamos tener. Estamos esperando que en las próximas campañas haya un cambio en la economía, que vaya generado más confianza, y mejoras en el tema de costos«, consideró.

En la balanza entre el mercado interno y el externo, qué nos espera para la venta de la gruesa?

«Veníamos de un buen año hasta la cosecha 2023, previo a la sequía, pero esperamos volver a los volúmenes del 2022 para tener probablemente cerca 130 millones de toneladas, que fue el segundo récord de los últimos 10 años. Pero el tema es que los precios son más bajos, aún así se estima un aporte de los cultivos principales que va a estar sobre los 33 mil millones de dólares, dando a la economía del país un ingreso importante«, explicó.

Cuáles con las expectativas del 2024?

«Para el año que inició se espera que crezca no sólo la soja, en área de siembra, que se irá acomodando según la macroeconomía. Esperamos que haya cambios en cuanto a las retenciones para dar aliento a la producción. También que las posibilidades de más financiamiento ayuden a la inversión en todos los niveles. Vemos que para la soja tenemos una caída muy fuerte en la producción brasilera que puede llegar a reforzar el valor en los siguientes meses y eso nos da la esperanza de tener una muy buena campaña en el 24-25. Y queremos reducir la capacidad ociosa que ha sido tan importante en el último año para recuperar el potencial productivo tanto de harina como de aceite. En cuanto al biodiésel para exportación estamos observando si se dispone alguna modificación desde lo legislativo«, dijo a RD.

Cuáles son los problemas ambientales para la soja, pensando en situaciones como las que se ven en nuestra zona con la salinización de suelos?

«El año pasado fue crítico por todo el tema hídrico, considerando toda la dinámica del agua. La Pampa y otras provincias más hacia el oeste están con problemas de salinidad (…) en todo el país hay hectáreas con estos problemas y creemos que si no hay niveles muy excesivos la tecnología puede ir recuperando superficies mientras se va optando por materiales adaptados a esas condiciones para poder sembrar. Hay una variabilidad genética en la soja que se podría aprovechar para sortear en parte esas dificultades«, concluyó.