Las nuevas generaciones de productores, profesionales, estudiantes y jóvenes afines a la ganadería se van afianzando, explicó Ulises «Chito» Forte, representante de FAA en el IPCVA y ex presidente del instituto, con una impronta relacionada a las tecnologías y el conocimiento.
En diálogo con este portal se refirió a su trabajo en este momento en el Área de Comunicación del IPCVA y la iniciativa de llegar a los jóvenes. Recordó que es una gestión que empezó hace un tiempo y se vio afectada por las restricciones que impuso la pandemia del COVID 19, pero sin embargo prosperó con la realización de la convocatoria Punto de Encuentro Joven.
Forte comentó que en un momento se hablaba de la evolución de la ganadería hacia el 2050, y era necesario acercarse a quienes iban a vivir ese momento. Así se pensó en hacer jornadas para jóvenes profesionales, productores, estudiantes, emprendedores y todos los afines a la actividad ganadera, para que interactúen y sean parte de paneles con especialistas incluso de esa misma generación.
El entrevistado consideró que son otros tiempos en lo tecnológico, la concepción del comercio y otros conceptos claves. Y esos encuentros han demostrado el entusiasmo de participación que tienen esos grupos con una impronta que se ve fresca, que se vuelca en las redes sociales y que es necesario para el tan mencionado «recambio generacional».
La visión joven de la actividad ganadera, consideró, tiene distintas variantes desde lo empresarial, hasta lo cultural o incluso con cierto romanticismo de lo que se puede llegar a hacer. Pero lo que sí es generalizado es la impronta más profesional y tecnológica que atraviesa a estos grupos. «Desde cómo trabajábamos en los ’80, cómo lo hacíamos en los ’90 hasta cómo lo hacemos ahora es muy diferente. Porque ahora el mejor capital es el conocimiento y el asesoramiento técnico«, aseguró.
Acerca de la permanencia de los jóvenes en el campo y las producciones asociadas al agro, Forte destacó que para lograrlo es necesario que la ruralidad sea rentable. Porque las generaciones anteriores trabajaban mucho y en la mayoría de los casos con poca ganancia, cuando a estos jóvenes hay que pensarlos en un agro que les ofrezca futuro y posibilidades de desarrollo. Además es necesaria la intervención del Estado en cuanto a la infraestructura de conectividad, comunicación, caminos y todo lo que se necesita para garantizar salud, educación, y garantizar los servicios básicos.