En el planteo de lo necesario para un desarrollo sostenible el encuentro CREA realizado hoy en General Pico planteó la necesidad de dejar las «políticas de brocha gorda» para abordar los problemas de forma específica y equilibrada entre el agro, los gobiernos y la sociedad.
Santiago del Solar Dorrego, productor, integrante del CREA 30 de Agosto- Mari Lauquen y coordinador de la Comisión de Granos de Sociedad Rural Argentina, fue uno de los disertantes de la Jornada de Actualización Técnica realizada en instalaciones de la rural piquense.
Los temas ambientales están generando algún tipo de conflicto en muchos países del mundo, y no es igual lo que ocurre en cada lugar pero se ve que se concentra en la polémica del tema más que en los datos de información científica, explicó a este portal. Hoy es necesario que Argentina vea de qué manera se puede dar un desarrollo sostenible en el tiempo para agricultura, ganadería y lechería. Otro aprendizaje sobre esto es que se debe lograr el equilibrio entre lo social, lo económico y lo productivo en relación a un “blanco móvil” porque no es fácil acertar sobre las políticas específicas a disponer.
Todas estas problemáticas, consideró, se vuelven más lejanas cuando el productor observa que se están cerrando las exportaciones de trigo y maíz, el dólar tiene una gran brecha cambiaría y existen otras cuestiones urgentes que lo hacen enfocarse en las decisiones diarias.
“Lo de largo plazo se posterga y eso es muy malo porque se trata de discusiones que llevan su tiempo de maduración. Yo hablo de las regulaciones de brocha gorda como ocurre cuando se dan prohibiciones que generan daños. Cuando hay que pensar estrategias, sea para dejar de usar un producto o de realizar a práctica, planteando los tiempos, capacitando a quienes deben hacer esa transición y apuntando a lograr un sistema mejor”, consideró.
GRANOS EN DESVENTAJA
El entrevistado recordó que el productor argentino recibe al vender sus granos un tercio del valor internacional, en comparación con los países vecinos, y esto representa un mayor esfuerzo de ventas para poder cubrir compra de fertilizantes y otros insumos considerados como costos. Al mismo tiempo, en plena guerra Rusia – Ucrania, nuestro país tiene cerradas las exportaciones de trigo y como consecuencia se sembraron un millón de hectáreas menos, que representan mil millones de dólares que no ingresarán para principios del siguiente año. “Desperdiciamos exportar lo que el mundo está necesitando, esto genera que los paquetes tecnológicos de los productores vayan mermando, y los grandes perjudicados son el trigo y la próxima siembra de maíz”, afirmó.