Los criaderos de porcinos tienen requerimientos específicos al pensar en que se debe cubrir las necesidades de un animal que es muy delicado en cuanto a las temperaturas. Y un detalle a considerar es el de la energía y el buen funcionamiento del sistema.
Luis Alejandro Bartilone hace montajes eléctricos en campos y criaderos de cerdos, cuenta con más de dos décadas de experiencia en el rubro de la electricidad y hace unos ocho años que está dedicado a este tipo de trabajo a partir de su vinculación con un establecimiento porcino ubicado en la zona de Trebolares.
En diálogo con RD explicó que en invierno el cerdo pequeño necesita calentarse ya sea con lámparas infrarrojas o caloventores y en verano requiere ventilación forzada para cambiar el aire usando paneles evaporativos, bajando la temperatura entre 10 y 15 ºC. Algunos clientes, recordó, pensaron en usar sistemas centralizados de aire pero esa es una inversión alta y con un costo de energía importante que no se aconseja.
Junto con los paneles evaporativos se usan extractores convencionales. Y ahora se incorpora una tecnología nueva con inyectores de aire frío que refrescan las salas.
Otro punto importante es tener un sistema de contingencia, considerando prevenir cualquier posible corte de energía, como ocurre cuando hay días de mucho viento, tormentas y cualquier otro fenómeno que afecte el tendido de líneas rurales. “El criadero no puede quedarse sin energía tanto en invierno como en verano, y por esa razón tenemos un grupo electrógeno que garantiza el suministro de electricidad y el funcionamiento de los equipos”, explicó.
INNOVACIÓN PROPIA
Junto con la tecnología que se vende en el mercado, lograr innovaciones propias es una posibilidad para las necesidades que este emprendedor pampeano ve entre sus clientes. “Hemos creado una pequeña computadora que sirve para manejar la velocidad de los motores de los extractores. Así podemos, según la temperatura de la sala, controlar el trabajo del equipo. De esta manera se evitan cambios de la temperatura ambiente”, comentó.
Esto considerando que la temperatura ideal es de 20 a 24 grados. Si hace más frío el extractor lo que hace es “ciclar”, o sea que se enciende a una velocidad mínima cada determinado tiempo para mover el aire y generar una ventilación de la sala muy necesaria porque evita que se concentren los gases que se generan por los desechos de los porcinos.
El mantenimiento es otra clave para tener las instalaciones en condiciones. Bartilone explicó que cada dos meses se hace una verificación de los filtros de los extractores, que se van limpiando cada dos días, y en la parte eléctrica van a realizar por protocolo un prueba anual de disyuntores.
“El disyuntor no funciona por el sólo hecho de estar instalado. No sabemos si siempre funciona bien y más de una vez me ha tocado ver que el disyuntor no está respondiendo y no se sabe cuánto tiempo llevaba sin hacerlo. Por esa razón, vamos a realizar una prueba electrónica para ver diferentes factores, evaluando el tiempo de reacción para determinar que cumpla con las normativas establecidas”, concluyó.
