Tres objetivos de “La Dorita” para aplicar en un sistema mixto

La jornada virtual del IPCVA en Coronel Dorrego, bajo el lema “La ganadería le suma a la agricultura y a la rentabilidad”, muestra hoy la producción en un campo como emprendimiento familiar desde el año 1934.

El ingeniero Rolando Lugones, nieto de los primeros propietarios de “La Dorita”, habló sobre la historia del establecimiento que combina ganadería y agricultura y reveló los tres objetivos que guían la planificación del lugar.

El primer objetivo es cosechar agua, afirmó Lugones, porque en el sur de la provincia de Bs. As. con suelos de poca profundidad sólo llegan a acumular unos 100 milímetros de los 900 que pueden llover al año. Una forma de juntar de manera eficiente y evitar la compactación es utilizar el “Pie de pato” una máquina que con modificaciones se usa para dar macroporosidad al suelo para que así absorba mejor la humedad. Ello junto con la cobertura hacen la diferencia.

Usando el “Pie de pato”

El segundo objetivo que mencionó es transformar los residuos de cosecha en carne.
El rodeo de otoño aprovecha la ventana de la fina a la gruesa para lograr terneros y así se combina en alimentación avena con vicia y maíz de segunda. Todo el ciclo de los bovinos se logra con buena proteína, con la alimentación de rastrojo y con pasturas, pero al mismo tiempo el sistema aporta nitrógeno al suelo y contiene la aparición de malezas.

Los terneros se destetan en agosto, pero con disponibilidad de pasto se espera a octubre o noviembre logrando un muy buen peso de la cría. Ello con un rodeo de unas 800 madres.

En otro sistema que aplican se adapta el requerimiento a los rastrojos, o sea que la vaca pare en avena y vicia para llegar al destete en diciembre. Su dieta se suple con 100 hectáreas de pasturas y otras 100 de sorgo. Se planifica que el animal aproveche rastrojos de cebada (sin ternero al pie) más dietas líquidas proteicas.
Lugones destacó la importancia de tener sombra en el campo para sostener al animal con bajos costos alimentando con rastrojo. En cuanto a reposición, se hace a los 15 meses. El servicio es corto, de 40 días con una selección por fertilidad. Los terneros a los 30 días van a creep feeding. Las vaquillonas van a sorgos de segunda o de cebada de menor perfil. La vaca de otoño, que está gestando, pasa luego a bajos húmedos durante el verano. Y así se achica la superficie en uso. Los terneros destetados van a encierro.

El tercer objetivo es mejorar la calidad, con eficiencia en la conversión, docilidad y aumento de área de bife. Para ello la inseminación y el análisis genómico son herramientas importantes, que destacó.