El consumo de carne porcina tiene posibilidades en el mundo y en La Pampa hay oportunidades interesantes para ser incluidos en el crecimiento nacional del sector.
Juan Uccelli, zootecnista que estuvo ayer cargo de la charla sobre producción porcina y su negocio en Argentina y el mundo, alentó a los productores por el asociativismo y la producción porcina en un momento oportuno para el sector.
Dentro de la propuesta de capacitación on line organizada por el Ministerio de la Producción el especialista se refirió a las etapas del sector en el país con la exportación a Inglaterra, el gran consumo con la presencia de inmigrantes y el pasaje para chacinados que hasta 1990 dejó el 90% de la producción cárnica con ese destino.
En ese vistazo histórico, refirió que para el 2001 se incorporó tecnología y especialistas en porcinos pasando la producción a un 70% local y el 30% con importación de carne (porcentaje que por momentos llegó incluso al 50%).
Entonces los frigoríficos fijaban el precio del cerdo en pie según el valor de las importaciones provocando un perjuicio del sector en Argentina.
Para el período 2002/2019 los chacinados ocuparon el 25% y la carne de cerdo se desarrolló llegando a subir su consumo fresco hasta el 75%.
Con ese resumen histórico se observa que el 93% de la carne se cerdo se produce en el país (reemplazando las importaciones) y al mismo tiempo aumentó el consumo interno.
“Hoy somos exportadores de la carne de cerdo”, destacó, con un 10% para chacinados, 85% para carne fresca y el 5% en exportaciones.
Hasta la llegada del COVID 65% de esa carne se vendía en carnicerías, 20% supermercados y 15% HORECA (para catering en empresas y fábricas, hoteles, etc). Igualmente, el crecimiento de la producción nacional pasó del 2002 con 136.867 toneladas hasta el presente año con 774.918 toneladas.
Pensando en los precios, con este aumento productivo, Uccelli dijo que el cerdo venía en baja en los primeros meses del año pero ahora está al 46.7%. El tema de la rentabilidad, con margen bruto, muestra que para este momento es del 17.8% en dólares. Este análisis muestra que hace varios años que hay fluctuaciones debido a la suba de costos, cómo se vio en el 2018 con la sequía que disminuyó el acceso al grano para alimento. En este año hubo un descenso en los días de faena, una baja en la demanda en medio de la pandemia y un exceso de la oferta que llevó la curva de descenso del precio con la rentabilidad en 1.4%, ahora el margen bruto se recuperó dentro de los índices históricos al 18.27%.
En la relación del precio del capón y el novillo en Liniers, hoy la baja del valor del bovino dejó al cerdo arriba. Pero Uccelli comentó que el consumo fuerte se da ahora desde carnicerías y supermercados, y si sube el pechito de cerdo y otros cortes para asado el consumidor argentino prefiere la carne de vaca. Esto retrae la venta de cortes porcinos. «Cuando al carnicero no le cierra el número lo que hace es dejar de comprar a su proveedor el porcino«, señaló.
PANORAMA MUNDIAL
En cuanto al panorama mundial, después de la aparición de la Peste Porcina Africana en China y el sacrificio de muchos animales, el problema por la PPA derivó en la decisión asiática de producir cerdos fuera de China. La última novedad es que la misma peste se ha visto incluso en Alemania, antes en Rusia y Europa Oriental. Así los grandes exportadores de este tipo de carne quedan en una situación complicada y una faltante de cerdo para los EE.UU, pero esto representa para Argentina que los próximos dos o tres años serán muy buenos para exportar carne porcina. «Es una oportunidad única», afirmó.
Pensando en un crecimiento productivo conservador para el 2030 se podría llegar a producir en Argentina un millón y medio de toneladas y al mismo tiempo aumentar el consumo interno a 30 kilos anuales. Al mismo tiempo se podrían tener 900 mil toneladas para exportar a China. De esta manera no se descuidarían ni el mercado interno ni el externo.
Parte del desafío a futuro es incorporar a los pequeños y medianos productores, además de lograr plantas frigoríficas para la carne porcina que abastezcan y puedan exportar, y de lograr líneas de crédito accesibles y pagables con una tasa razonable para el negocio.