Adquirir un equipo con pantallas solares requiere asesoramiento para encontrar un sistema que se ajuste al consumo del campo, sin retacear ni sobredimensionar, y Mauro Bagnati, ingeniero de la empresa pampeana Besga Agrosolar, analizó el tema.
Esta empresa comenzó hace unos 20 años con la prestación de servicios para el agro y la industria, pensando en refrigeración y electricidad, trabajando desde Rancul. Hace una década incursionó en la tecnología de energía solar a partir de la venta e instalación de equipos para proveer a lugares alejados de la red como campos y casillas, junto con la opción de bombeo solar. Luego abrió una sucursal en Realicó, con un proyecto actual de radicarse en el parque industrial de esa localidad y poder fabricar algunos de los componentes de estos sistemas. Y pronto tendrá su representación con local comercial en Ingeniero Luiggi.
Esta expansión se debe a la demanda de este tipo de sistemas?
«En el sector agropecuario hay una gran demanda de sistemas de bombeo solar y de generación de energía eléctrica. Por otra parte, hay termotanques solares que son muy usados en lugares sin acceso a la red de gas, porque es costoso calentar el agua o dificultoso con electricidad, gas de garrafa o incluso leña. Viendo ahora al sector urbano, con la generación distribuida los sistemas de energía solar pueden inyectar el excedente generado a la red local y eso viene en auge desde que se aprobó la ley en La Pampa«, explicó a RD.
Cuál es la durabilidad de estos equipos, frente al paso del tiempo o eventos del clima?
«La durabilidad de los paneles solares, según lo que garantizan sus fabricantes, es de 20 años porque a partir de ese momento el rendimiento cae entre un 20 y 30%, no dejan de funcionar pero en ese período se debería pensar en renovarlos para tener el mejor resultado. Esto no lo sabemos aún porque no pasaron esas dos décadas usando la tecnología actual. Por otra parte, en estos equipos las baterías son un punto crítico. Las dos más usadas ahora son la de plomo ácido (con electrolito de gel), con una vida útil de ocho años, y las otras son las baterías de litio que tienen una duración superior de 15 o más años. Para ello se miden los ciclos de carga y descarga, las baterías de plomo rinden 2.400 ciclos usando sólo hasta el 30% de carga, mientras que una de litio puede llegar de 3.000 a 6.000 ciclos descargándola al 90%«, señaló.
El ingeniero indicó que, al momento de elegir tanto baterías como equipos, se debe saber los precios de las tecnologías vienen bajando en el país debido a la mayor demanda y eso vuelve más accesibles las elecciones de mejor calidad.
En un establecimiento rural productivo, con estancia e instalaciones, cuáles son los posibles usos y cómo es el mantenimiento?
«Un sistema de energía solar para un campo, una vez que se instala no requiere mantenimiento. Eventualmente, limpiar los paneles si están bajos y cerca del piso que pueden lavarse para quitarles tierra. Y el uso es el mismo que el de una red eléctrica tradicional, incluso los equipos solares producen una onda de tensión alterna de mejor calidad y eso los hace más eficientes. Para el bombeo solar de agua (con molinos) y todas las necesidades habituales del establecimiento es una buena opción. Un aspecto limitante puede ser la incorporación de una trifásica, pero en cuanto al suministro esa opción de inversión sólo se usa para artefactos como motores, soldadoras eléctricas o máquinas muy específicas«, consideró Bagnati.
La inversión en sistemas de energía solar se puede planificar para expandirlos de ser necesario?
«Totalmente, estos son sistemas escalables. Nosotros tenemos una entrevista previa con el cliente, vemos qué equipos puede instalar, cuáles son sus hábitos de consumo eléctrico y le sugerimos lo que podría funcionar. Pero si después se agrega otra vivienda o suman electrodomésticos y herramientas se van agregando paneles para esa necesidad puntual. Este servicio de hacer el cálculo previo y ver las costumbres de uso es vital, porque se trata de una gran fuente de energía, pero no es infinita. Tenemos lo que se puede captar de la radiación solar durante el día y necesitamos lo que se pueda almacenar en la batería para la noche, sobre todo pensando en un sistema aislado. Se debe comprender que el mayor consumo de energía, para aprovechar el sistema al máximo, deben ser durante el día. Los usuarios pueden adaptarse a estos usos, concentrar tareas de consumo en las horas de radiación solar y tener los cuidados básicos como no dejar luces encendidas, refrigeradores abiertos o cuestiones de esta índole«, comentó.
Los productores, antes de hacer esta inversión, qué dudas principales manifiestan?
«La principal consulta es si el sistema le va a funcionar o no en el campo. Porque hay una tendencia a comprar sin asesorarse como se ve con las ventas on line cuando buscan un kit de energía solar, después nos llaman porque no les cubre la necesidad de energía del día. Cuando vamos a ver, el equipo no estaba correctamente dimensionado para sus necesidades o hubo problemas en la instalación y agotaron las baterías. Al mismo tiempo, algunos comercios sobredimensionan sus propuestas, ofreciendo un equipo muy caro que en realidad es exagerado para lo que necesitaba en su consumo. La cuenta que debe sacar el productor es cómo podría obtener esa energía de otra manera, porque al ver el valor del tendido de una red eléctrica se comprende que es más barato instalar un equipo de energía solar que cubrir algunos kilómetros para la conexión con la red. En cuanto a los grupos electrógenos, hay otros recaudos y no hay disponibilidad constante de energía«, explicó a RD.
Bagnati consideró que el grupo electrógeno puede pensarse como un «back up» del sistema solar, pero destacó que cada caso debe ser analizado en particular.