“Nuevos datos demuestran que el potencial de la carne vacuna está intacto en el imaginario de los argentinos”, explica el informe del IPCVA realizado por Adrián Bifaretti y Eugenia Brusca.
La Argentina es un país carnívoro. Sin embargo el enamoramiento del argentino por la carne necesita revalidarse a cada instante, sobre todo teniendo en cuenta que el habitante típico de estas pampas ya no es más esa persona que no puede disfrutar un domingo si le falta su asado. Hoy el argentino típico, y el joven argentino en particular,posee una identidad compleja y fragmentada que hace que entre otras cuestiones se plantee por ejemplo una vida mucho más “flexitariana”, con una conducta alimentaria que contempla una disminución paulatina del consumo de carnes.
Cuando se le pregunta a la población de nuestro país cuál podría ser un buen slogan para promocionar el consumo de carne vacuna puertas adentro, la gente da una pista importante del posicionamiento que tiene hoy este producto en la cabeza de cada uno de nosotros. La figura 1, muestra los resultados surgidos del Monitor ONLINE del IPCVA que se lleva adelante cada dos meses en un panel con una muestra de mil casos representativos de todo el país.
“Carne argentina, la mejor carne del mundo”, es el slogan que mejor representa a nuestra carne para los argentinos. Le siguen en importancia “Carne argentina, irresistiblemente sabrosa” y “Carne argentina, carne de verdad”. Después aparecen otros slogans que tendrían menor potencial, pero que también reflejan que parte de la población está prestando atención a otros aspectos que antes ni siquiera se tenían en cuenta.
Cuán saludable o sustentable es el producto y cuánto juegan las preferencias de la gente por el mismo, empiezan a estar también en el radar. Esto se hace más patente cuando el análisis hace foco en las generaciones más jóvenes. Para los centennials, que poseen entre 16 y 24 años, el sabor como atributo de calidad no está tan arraigado como en las generaciones de más de 50 años y tienen muy en cuenta en cambio la autenticidad del producto. En el caso de los millennials (entre 25 y 34 años), valoran más lo natural y lo saludable.
Las redes sociales constituyen hoy en día un entorno en el que las diferentes grietas que existen en el país aceleran o atenúan sus dinámicas de crecimiento. En ellas se dirimen el futuro de hinchas de futbol, de equipos rivales, de adversarios políticos, de antivacunas y provacunas, en definitiva de los unos y los otros. Existe todavía una masa crítica del mercado y una percepción del mismo con una imagen favorable como para seguir agregando valor y lograr un mayor fortalecimiento de la imagen de nuestra carne vacuna. El marketing digital, la gestión de las redes sociales y el tono comunicacional serán fuentes de competitividad cada vez más relevantes en el futuro cercano. Cuando los slogans que salen del imaginario de la propia gente demuestran que el potencial está intacto, la creatividad y los mensajes publicitarios no necesitan ningún tipo de sofisticación. Así de simple, “Carne argentina, la mejor carne del mundo”.