La producción porcina se incrementó en el pasado año con un siete por ciento al considerar las toneladas de carne, la faena subió un 4% y las importaciones bajaron un 3% para el cerdo que llegaba al país, explicó Daniel Fenoglio, vicepresidente de la AAPP.
Así lo indicó en la exposición del Monitor de Exportaciones organizada por la FADA recientemente. Y agregó que las subas productivas fueron acompañadas con un incremento de la demanda.
Fenoglio dijo que el sector porcino lleva tiempo creciendo en el país, desde las producciones de tipo doméstico hasta el 2017 cuando se comenzó a intentar exportar carne y no sólo subproductos. Con ese cambio en las ventas se pensó en salir al mundo, organizando grupos de productores y de frigoríficos, para exportar la carne de cerdo cumpliendo con los cuatro pilares necesarios.
CUATRO PILARES
El primero es la sanidad del país, y Argentina tiene menos enfermedades que otros países y eso le da una apertura más sencilla al mercado internacional, dijo. Luego está la inocuidad del producto, tanto desde la carne en sí como en los requisitos exigidos a los frigoríficos. A nivel producción primaria Argentina está bien, pero la cadena necesitaría lograr mayor competitividad. Y en cuarto lugar se debe trabajar en la negociación para seguir abriendo mercados, y en ello se precisa mantener relación con los organismos del Estado.
Un paso importante ha sido lograr la federación nacional, remarcó, para encarar la exportación de forma conjunta. Así se sumó la industria, los productores y otros actores de la cadena que apuntan a planificar las ventas al exterior con una meta para el año 2030.