Jonagro presentó una charla sobre “Bioenergía y energía circular” pensando en el desarrollo agroindustrial, generando valor agregado para bioproductos y bioenergías, resolviendo los problemas ambientales que hoy se viven en el mundo.
Julio Menéndez, consultor nacional en biogás FAO PROBIOMASA e integrante de la Cámara Argentina de Energías Renovables, fue el disertante y señaló: “Desde el sector agroindustrial siempre estuvimos enfocados principalmente en los alimentos y pero la presión productiva se vuelve cada vez mayor por los bioproductos, los biocombustibles para reemplazar lo fósil y volcarse a lo biodegradable”, dijo.
Menéndez consideró que el campo debe hacer su esfuerzo en este sentido y pensando en biogás o biometano se debe hacer especial énfasis. Porque es el uso de residuos de frigoríficos, granjas avícolas, feeedlots, tambos y de todo lo que sea orgánico y haya tenido vida, que mediante un alto contenido de humedad puede generar un proceso de emisión de gas.
El interés por biogás radica en que “ofrece mayores oportunidades para el desarrollo en el país”.
Como antecedentes de energías alternativas estuvieron los proyectos eólicos, solares y otros. Estas iniciativas mostraron que en la zona agropecuaria el país tiene la capacidad de responder a las demandas de nuevas experiencias. En el caso del biometano se logra cerrar el circuito, al utilizar todos los recursos de un emprendimiento productivo, porque se produce energía, calor y fertilizantes.
El disertante manifestó que la limitante principal es cómo organizar, financiar y salir al mercado con estos proyectos de biogás.
Pero un gran incentivo es que toda la zona pampeana ha tenido una baja en su fertilidad y las contribuciones de los biofertilizantes pueden darle una excelente solución.
“La Argentina tiene una gran necesidad y consumo de gas para la industria, el sector residencial, el GNC y otros usos. Entonces la propuesta analizada, así como lo fue el corte con el bioetanol y biodiésel, se basa en un estudio que determina que con un 5% de biometano en la red de gas habrá un impacto importante en la sustitución de importaciones y la generación de empleos”, consideró.
Con esa evaluación se observa que habría un combustible local que con unas 650 plantas (para el 5%) para el año 2030 las emisiones de carbono tendrían una reducción anual de 9200 millones de kilos. Produciendo más de 6000 empleos directos.