“Como anticipamos la ida de los rabinos a Israel para algunas fábricas ha generado lo que se conoce hoy como el cierre de plantas por COVID”, señaló Miguel Schiariti, presidente de la CICCRA.
Explicó que en realidad la afectación de las fábricas existe pero con normalidad y ausencias de personal, sin embargo no es la razón por la cual algunas empresas cerraron sus operatorias. “Al irse los rabinos no pueden integrar la media res de un novillo, porque los siete mil ochocientos dólares que aporta un delantero kosher impide que puedan pagar lo que hoy se sigue valuando en los casos de los rábanos compradores que viven en Buenos Aires”, manifestó.
Es así que se anticipó que la demanda de vacas va a caer por unos días hasta que aquellos frigoríficos que perdieron la venta del delantero kosher puedan retomar su demanda. Por otro lado, las empresas habilitadas para China no están con la demanda de carne completa. Al mismo tiempo se deben dar las vacaciones a los operarios que muchas fábricas aún no cumplieron, y en pos de bajar costos en este momento algunas empresas han acudido a este recurso.