El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) fiscalizó, en la localidad chaqueña de Pampa del Infierno, la sanidad e inocuidad de más de 22 toneladas de carne caprina que partieron rumbo a Buenos Aires para ser exportadas con destino a Bahamas.
La faena fue realizada en el establecimiento frigorífico bajo supervisión oficial del Senasa N° 4077, habilitado para el tráfico federal y exportaciones. Allí, personal veterinario del organismo controla el estado sanitario y documental de los animales y transportes que ingresan al establecimiento y realiza la inspección ante y post mortem del ganado.
El Senasa supervisa también, las operaciones estandarizadas de saneamiento (POES) y controla la implementación de sistemas de gestión y aseguramiento de la inocuidad, tales como las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), Procedimientos Operativos Estandarizados de Sanitización, Manejo Integrado de Plagas (MIP) y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HCCP por sus siglas en inglés).
En esta oportunidad se faenaron caprinos, pertenecientes a productores locales, de El Sauzalito, Miraflores, Fuerte Esperanza, El Espinillo y Misión Nueva Pompeya.
Los cortes caprinos fueron envasados al vacío e identificados con información sobre el pesaje y calidad nutricional, respetando todas las normativas internacionales alimenticias.
El cargamento fue precintado para garantizar su inviolabilidad y partió vía terrestre al Puerto de Buenos Aires, desde donde continuará viaje, por vía marítima, hasta el Puerto de Nasáu, en Bahamas.
La operación comercial fue impulsada a través de un acuerdo comercial entre el Ministerio de Producción, Industria y Empleo, la Cooperativa Trento-Chaqueño y la firma privada Goat Export SRL.
Con la reactivación de esta semana, la provincia volverá a exportar carne caprina al mundo, reflotando una actividad comercial que ya se había implementado hace cinco años y permitió al Chaco colocar cortes en distintos mercados, entre ellos Emiratos Árabes Unidos.