Víctor Tonelli, licenciado en Ciencias Agrarias, señaló que el impacto en la economía es muy fuerte y con el coronavirus es difícil hacer hoy un recuento de los daños.
“Lo que puedo decir con la foto de hoy es que básicamente Argentina tiene la buena noticia de que China despacio y luego de dos meses desde la aparición de la enfermedad comienza a dominar la situación y el país de a poco va retomando sus actividades volviendo así a los pedidos de carne y las exportaciones desde Argentina son lentas pero buenos a un precio medio de lo que fue el pico de noviembre del año pasado y el inicio del mismo”, señaló.
Por estas razones los frigoríficos despacio y con mucho cuidado pueden comercializar evitando tener sorpresas sobre si van a poder cobrar o no como paso entre diciembre, enero y febrero.
La mala noticia es que Europa está en el peor momento, consideró, y con ello toda la carne de alto valor que Argentina exportaba se detuvo. Y los negocios pensados para el consumo alto de Pascua en la UE están en proceso de renegociación. Por ello se hacen ingresos a consignación con un plazo de pago. Similar es la relación con Chile con las fronteras cerradas. La faena kosher se está terminando un mes antes de lo habitual.
“En el mercado interno hay un consumo en alza producto del pánico”, señaló. Situación que en una semana o dos se va a parar porque las “heladeras van a estar llenas” y entonces hay que ver a quién se le vende la carne.
Tonelli agregó que en China el proceso duró dos meses o un poco más y es posible que así se desarrolle en el resto del mundo. Luego el mercado va a estar otra vez ávido de carne, con demanda externa y lo esperable, dijo el licenciado, será una recuperación lenta.
“Si cabe una sugerencia a los productores es que en relación a sus recursos forrajeros y financieros traten de vender lo menos posible para defender el capital ganado que tanto ha costado lograr”, afirmó.
Fuente: Antonio Ocerin