Los huevos agroecológicos han ganado su lugar en el mercado y La Pampa no es la excepción. Desde Quemú Quemú el emprendimiento Qhuevos Pastoriles apunta a proveer en la zona con huevos de calidad y producidos por «gallinas felices».
Ignacio Faroux es pampeano y su familia se dedicó al campo pero su irrupción en la producción avícola se da en época de pandemia cuando decide dejar su vida en Buenos Aires para retornar a las tierras de sus antepasados y probar con la producción de huevos.

«Es un emprendimiento que arrancó hace unos cuatro años«, indicó a este portal. El sistema elegido es el de gallinas libres de jaula con pastoreo en alfalfa. «Básicamente dejé la ciudad para vender huevos agroecológicos«, comentó.
Dedicarse a la avicultura fue una decisión que requirió aprender sobre el tema y descubrir que esta es una producción que requiere atención constante porque «una gallina cuando arranca no para. La comida hay que ponerla todos los días, el agua también, hay que recolectar huevos y armar los maples dos veces al día. Al amanecer tenés que abrir para que salgan y cuando baja el sol comienzan a ingresar a los carros, que hay que cerrarlos y ver que no quede ninguna afuera«.
Ahora se declara un apasionado de la actividad que inició hace cuatro años con 500 gallinas, con tiempo agregó un segundo gallinero móvil y se sumaron otras 700 ponedoras, y luego se amplió hasta llegar actualmente a unas 2.000 aves en postura. «Lo bueno de este sistema es que la gallina es productiva casi el doble del tiempo que en la situación industrial. Porque vive libre del estrés que le genera la jaula del sistema de producción masiva. Una ponedora puede seguir poniendo casi dos años y medio«, explicó.

La postura depende de la cantidad de horas de luz solar, por esa razón en invierno baja un poco. Pero el promedio es del 75% anual. Esto significa, comentó, que si hay 1.000 gallinas activas por jornada se lograrían unos 750 huevos.
En el día a día el carro, o gallinero móvil, es una infraestructura muy importante. Sirve de nidal para la postura de huevos, allí duermen las gallinas protegidas de las inclemencias del tiempo y además están a salvo de los depredadores. También es su medio de transporte cuando deben cambiar de un lote a otro para poder pastorear.
La alimentación de base es alfalfa, pero además consumen conchilla de mar como suplemento de calcio, expeler de soja y maíz.
La respuesta que ha tenido por parte de los consumidores, con ventas en Quemú Quemú, General Pico y la zona, es muy buena. Con su producción de huevos vendida al 100%, porque se valora la calidad del producto, también se puede evidenciar la aceptación que tiene en la gente el saber que se trata de un emprendimiento a favor del bienestar animal. Las imágenes de las gallinas pastoreando son replicadas en redes y siguen confirmando el alto nivel de apoyo de los pampeanos.


