La ponedora negra INTA es la elegida para producir huevos en La Pampa, siendo un ave menos exigente en su dieta y con buenos resultados en el territorio.
Valentín Busiello está a cargo de la granja desde el año 2017 y trabajan en dependencia del Ministerio de la Producción para proveer a aves de corral a los pampeanos.
«Durante el año 2022 produjimos unas 45 mil ponedoras, fue bueno y se entregó entre el 85 y 90 por ciento a la provincia, en un trabajo conjunto con agencias del INTA y ProHuerta para llegar a las diferentes localidades«, dijo Busiello.
Entrevistado por RD señaló que la producción depende de la cantidad de reproductores que llegan a la granja, y eso define la capacidad de aves a lograr en el año.
Además, se realizaron capacitaciones sobre manejo y producción de ponedoras, con la última jornada agendada el 15 de diciembre en Catriló gracias al asesoramiento de profesionales del ProHuerta (como la médica veterinaria Zulma Cane) y especialistas del Ministerio de la Producción.
La granja provee aves y del conocimiento para su producción tanto pensando en el autoconsumo de los pampeanos como en pequeños y medianos emprendedores. De esa manera, se influye en la generación de huevos que se producen y consumen en la provincia.
«La nuestra es una provincia que se podría llamar virgen en cuanto a producción avícola porque la mayor cantidad de huevos se importan de otra provincia, principalmente de Mendoza. Para supermercados o incluso para procesos productivos como el de la mayonesa que lleva huevo líquido«, explicó a RD. Se puede inferir entonces, que en La Pampa faltan más productores que puedan cubrir la demanda.
Por otra parte, la ponedora que se cría en la granja es la llamada «rústica» porque sirve para el periurbano y no se usa para grandes emprendimientos como sí lo hacen las de «alta postura» que logran un huevo cada 22 horas, están en encierro y son más exigentes en la alimentación.
La ponedora negra INTA que se produce en Catriló tiene un menor porcentaje de postura (85 a 90%) pero logra el mismo tipo de huevo, con un ave que soporta mejor el clima y es más resistente a las enfermedades. «La llamamos la ponedora 4×4 porque se adapta a todo el territorio«, indicó.
La ponedora negra INTA en los primeros meses requiere alimento balanceado, pero luego puede tener una dieta con maíz partido y pastoreo libre que le permite poner huevos. Esto influye en los costos de mantenimiento del ave. Por otra parte, quienes buscan productos naturales que cumplan con estándares de bienestar animal las pueden preferir. Si no hay inconvenientes, cada gallina producirá un huevo por día durante el período de un año, desde que cumple sus cinco o seis meses de vida.
En la granja también se mantiene la producción de pavos blancos híbridos doble pechuga (que requieren inseminación artificial) y para este año se espera la llegada de reproductores de pollo campero, pero todavía no se confirmó el abastecimiento.
En cuanto a la producción de aves, Busiello manifestó que en La Pampa hay hechos que significan un crecimiento del sector como se ve con la apertura de planta de faena habilitadas que alientan a los emprendedores de la provincia.