«Cuando comenzó la campaña habíamos hecho una proyección menos optimista. Estábamos pensando que no íbamos a llegar a las 110 mil cabezas, pero se llegó a 113.200 cabezas que es un stock similar a la segunda campaña del 2021», dijo El M.V. Dante Cerutti, coordinador técnico de la FUMASA.
Con esos datos, consideró que se puede observar que la cantidad de bovinos no se modificó pese a «los malos precios y el vaciamiento de los feedlot, entonces se habrá cambiado de sistemas pasando del encierre a algo más pastoril, pero las categorías de invernada siguen en los mismos niveles». Si bien, la pauta más certera de la hacienda se logra con la primera campaña cuando se vacuna a la totalidad de los animales.
Cerutti analizó que se acentúo en esta vacunación la diferencia entre novillos y novillitos, bajando el stock de los primeros posiblemente en relación a las restricciones de exportación para mercados europeos y Cuota Hilton. Por otra parte, se ve una merma en cuanto al destete que se debe corroborar porque la cantidad de terneros y terneras significó unas 1.500 cabezas menos. Esa baja debe verse en un contexto de sequía que puede afectar a los servicios, explicó a RD.
AFTOSA: MÁS QUE SÓLO VACUNAR
«La vacunación contra aftosa impacta directamente en la cantidad de terneras vacunadas contra brucelosis. Porque desde el año 2.000 cuando se quitó la vacunación antiaftosa para esa categoría se vio que bajó la aplicación para brucelosis, porque al no ir el veterinario o vacunador se produce un impacto sobre la prevalencia de esta enfermedad en los rodeos», señaló.
El coordinador dijo que se habla de que en algún momento se va a dejar de vacunar contra aftosa, pero es importante saber que hay otros aspectos a tener en cuenta sobre la vacunación de las terneras y cómo se van a obtener los datos de stock bovino. Una situación similar es la que ocurre hoy en la Patagonia, indicó, donde la hacienda sólo se está relevando a través de las declaraciones juradas.
Cerutti afirmó que no es un planteo nuevo, se viene hablando con el SENASA, y con los productores que a veces piensan que dejar de vacunar asegura el ingreso a nuevos mercados externos. Una afirmación que no tiene sustento al mirar los niveles de exportación de Uruguay y Paraguay. Además, la apertura de mercados como el mexicano para Argentina tuvo dentro de sus controles previos el resguardo de que haya vacunación, y por ello se relevaron los laboratorios que fabrican las vacunas, las fundaciones y los frigoríficos.
«El productor debe saber también que es más costoso realizar la vigilancia epidemiológica en los primeros años del fin de la vacunación que la vacunación en sí misma«, agregó.