El proyecto «Modelado de aguas subterráneas en el noreste provincial» (GIRSAR 2022) permitirá explicar las fluctuaciones freáticas y ver lo que ocurre en profundidad en una zona con importante producción agrícola de La Pampa.
El ingeniero Pablo Vázquez (INTA- EEA Anguil), planteó que se trata de generar un modelo, con datos históricos, apoyo en información actual y la esperanza de poder realizar proyecciones futuras.
Porque los procesos hidrológicos van más allá de la profundidad de las raíces, como suelen evaluar los profesionales ante una expectativa agrícola o los mismos productores. Es algo que trasciende los lotes y afecta tanto al campo como a las zonas urbanas.
Por esta razón, no se debe limitar el análisis a la relación precipitación y evapotranspiración al observar la situación freática. En una reciente jornada sobre salinidad en suelos, Vázquez mostró que hay variaciones rápidas según la estacionalidad que se superponen con otras de retardo prolongado en las que se pueden llegar a analizar tendencias.
El proyecto GIRSAR aprobado tiene como objetivos: Reconstruir la geología regional del NE, identificar cuencas y flujo de agua subterráneo, montar una red de 60 freatígrafos y desarrollar una aplicación para informar sobre esos niveles en tiempo real y de manera libre, modelar la dinámica freática con capacidad de pronóstico a mediano plazo y evaluar alternativas de manejo para adaptarse a situaciones de anegamiento y salinización de suelos.
Los primeros pasos para lograr esta meta incluyen el registro de la información hidráulica de unos 700 pozos del área definida, considerar los niveles freáticos mensuales en 33 sitios (con base en 20 años) y tomar como referencia más de 300 estudios de fuentes realizados por la Administración Provincial del Agua (APA). También, INTA tiene datos acerca de las precipitaciones mensual y evapotranspiración, con mapas satelitales, imágenes acerca de los suelos para observar profundidad de tosca y tipos de
Además, hay referencias de estudios sismológicos, perfiles geoeléctricos y geológicos, y herramientas para obtener reportes de anomalías gravimétricas de profundidad de basamento para conocer la estructura interna.
Por el momento, hay resultados parciales con la reconstrucción actualizada del nivel freático, la delimitación de cuencas y los flujos subterráneos que muestran los movimientos del agua que afectan las napas. Incluso, dependiendo de la zona, se reconocieron algunos flujos de agua con retardos de cinco a 20 años que pueden servir para inferir tendencias. Según estas primeras conclusiones «se pudo definir un modelo de dinámica freática puntual para cada una de las cuencas y ver el potencial de pronosticar niveles freáticos a uno o dos años«.
Mientras, el proyecto avanza para la construcción de un modelo geológico 3D regional a partir de toda la información recopilada para definir el modelo de flujo subterráneo de agua (software IMOD 5.4, Deltares, Holanda).