El presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de La Pampa, Marcelo Sánchez, comentó a RD acerca de la situación actual en la zona de General Pico y las complicaciones de la campaña fina entre la necesidad de lluvia, falta de combustible y el valor de los insumos.
El entrevistado dijo: «La realidad en la región es que se dan varias situaciones, porque al norte de General Pico estamos bastante bien con humedad que permite sembrar y con el precio del trigo parece que se plantará más que otros años. A medida que vamos al oeste o a los ambientes más arenosos del sur, dependiendo de cómo está la napa que mantiene la humedad del perfil, se ven lugares donde no se pudo avanzar en la implantación y es una época en la que no hay lluvias como para poder sembrar. Con sequía en los primeros centímetros del suelo que requiere la semilla. Una precipitación en los siguientes días podría ayudar pero se va corriendo la fecha óptima y eso afecta la potencialidad del cultivo«.
La siembra de trigo, afirmó, está complicada según el ambiente. Y la campaña fina no tiene en este sector de la provincia una intención volcada a la cebada, porque el precio de comercialización posterior es un problema que el productor considera.
Ahora se esperan las lluvias para siembra tardía, para lograr los rindes de la fina y cargar el perfil en los siguientes meses pensado en la campaña de gruesa.
UNA CAMPAÑA «MUY COMPLICADA»
«Venimos en una campaña muy complicada, no sólo para el productor sino para el asesor. Salís a 300 ó 400 kilómetros y te encontrás que no podés cargar combustible, teniendo que resolver este inconveniente llevando bidones de refuerzo en la caja de la camioneta para poder llegar a destino. Lo mismo les pasa a los contratistas y productores, por eso con mucho esfuerzo se trata de ir juntando el gasoil para no parar las labores de siembra y cosecha. Pero es complicado», manifestó.
Sánchez consideró que además los precios de los cultivos son buenos pero los costos van en aumento. Esta semana, recordó, hubo una baja en el valor de los fertilizantes nitrogenados que son necesarios para las gramíneas, se estaba pagando 1.300 dólares la tonelada, y ahora llegó a 870 dólares. «El que fue previsor y compró antes ve ahora que hay una diferencia abismal porque este insumo representa uno de los costos mayores que hay en los granos, llegando al 35 ó 40%«, consideró.
El presidente del CIALP analizó que se trabaja con los costos a precio dólar y eso repercute de forma directa. El glifosato que costaba antes cuatro dólares quedó a 11.80 y esto que ocurre con el tipo de cambio lo sabe el productor cuando cobra su cosecha. En la comparación, con el tipo de cambio oficial no se percibe los anunciados 420 dólares por tonelada de la soja. Se pagan sólo 120 pesos por dólar sumado a las retenciones y otros impactos por lo que se ve poca rentabilidad.
ACTUALIZACIÓN
Sánchez recordó que esta semana tuvieron una jornada de actualización con el gobierno provincial acerca de la Ley 3288. Una legislación conocida para el CIALP porque estuvieron tratando de hacer aportes en el proyecto, pero que ahora se difunde entre todos los colegas para formar parte del registro de asesores.