Los últimos puesteros: En los puestos

Hoy muchos de los puestos
Se marcharon como el resto,
Paisanos humildes, honestos,
Capaces de trabajar,
Tuvieron que abandonar
Sin esperanzas el puesto. 
Y así cargaron el mono
Al pueblito más cercano,
Con varias llagas en las manos,
Buscando oportunidades,
Pero a veces en las ciudades
No valoran al paisano.

Apenas viven de changas,
De caseros los contratan,
Son mano de obra barata
Y el trabajo realizado,
Muchas veces no ha alcanzado
Para comprar alpargatas.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel «Alpataco» Vazquez, del libro Los últimos puesteros.