Observar al caballo y ver signos es el primer paso del diagnóstico

Conocer al equino, detectar cambios en su comportamiento y consultar al veterinario son algunos d ellos puntos claves en sanidad que los productores y propietarios deben conocer. Los brotes de enfermedades, además, no implican dejar de lado la búsqueda del diagnóstico exacto para el equino.

Enfocada en los síndromes neurológicos en medicina equina la médica veterinaria Marta Monina, guió la jornada por zoom realizada esta semana con un abordaje del sistema nervioso central y las afecciones más frecuentes que se tratan en el país. La actividad contó con el apoyo de la UNLPam, el Colegio Médico Veterinario y la FEVA.

Más de 60 personas conectadas a la plataforma virtual participaron y la profesional explicó que primero se debe detectar el problema y sabiendo dónde está la lesión diagnosticar y tratar. Y en la neurología conocer la historia médica que puede dar a conocer el propietario del caballo es fundamental, de esa forma se pueden conocer los signos que a veces comenzaron hace tiempo y progresaron. Se debe saber cuántos individuos son afectados, si hay manifestación de dolor, cómo es la alimentación, el momento del sueño o descanso y otros factores.

Evaluar el estado mental es lo primero, porque si no es normal ya se habla de algo intracraneal. Se debe observar la marcha del equino y si hay normalidad la lesión es craneal a cerebro medio y no afecta la coordinación, aún si hay problema locomotor de otro origen. También hay que ver los reflejos, aumentados, deprimidos o ausentes. Y en cuarto lugar ver las actitudes posturales. Esto se puede observar en el siguiente cuadro.

El examen objetivo incluye la inspección como la maniobra más sencilla pero la más importante para lograr el diagnóstico, dijo.

En cuanto al psiquismo, indicó, se debe considerar conciencia (estado de alerta) y el comportamiento (que hace referencia a la conducta con el entorno). Ver si el caballo recuerda los aprendizajes, responde a ciertas órdenes y responde a los estímulos. Monina manifestó que así puede apreciarse indiferencia, la respuesta lenta o incluso un estado de sopor que como punto máximo tiene al animal relajado, con incontinencia, acostado de cúbito lateral con el sistema nervioso vegetativo.

La veterinaria fue mostrando videos con diferentes casos observados con meningitis, absceso cerebral, leucoencefalomalacia, rabia, encefalitis virales y otras, analizando además cuándo se considera con algunas de estas enfermedades que hay una epidemia.