Ya no están esos recursos que tenían los puesteros, ya no compran sus aperos no tiene precio la pluma, ya no hay nadie que consuma lo que producen los cueros.
No quieren comprar las pieles tampoco el guano de chiva, queda el peón a la deriva, no hay planes que lo mantengan pero tampoco se entregan y lucharán mientras vivan,
El avestruz en extinción, el quirquincho prohibido, yo no sé quién ha tenido esa idea de matrero, el de sacarle el puchero al puestero tan sufrido.
Versos extraídos con permiso del autor, Ariel Alpataco Vazquez, del libro Los últimos puesteros.