Los últimos puesteros: “El negro Di Dío”

Aquel eterno viajante
que anduvo en los pagos míos,
entre calores y fríos
trotando por mil caminos,
entre chivitos y vinos
pasaba el Negro Dio Dío.
De chiquito lo llevaron
al barrio de Matadeo,
donde de joven fue arquero
atajando por Almagro,
el mismo que al trote largo
fue uno más de los puesteros.
Al poco tiempo nomás
se le acabó la paciencia,
volviéndose a su querencia,
como  soltando las riendas
para seguir con la hacienda
donde empezó su existencia.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.