Los últimos puesteros: “Panchito Vazquez”

Lo siento en el corazón,
más que primo es un hermano,
pues casi juntos nos criamos
como el bozal y el cabestro,
somos huellas de los puestos.
Por el puesto de la Víbora
Panchito en el jagüelero,
creció como el planicero 
entre arenal y tomillo,
criollo como el cojinillo 
muy de a caballo y campero.
De joven lo vi ensillar
el mancarrón del respeto,
humilde, guapo y dispuesto
amansador sin igual,
baqueano para campear
muy silencioso y honesto.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.