Los últimos puesteros: Victelmo Badal

Mi canto no tiene pausa
Ni se cansa de trotar,
nadie lo puede parar
porque le sobra rebenque,
voy a atar en el palenque 
de un tal Victelmo Badal.
Del Paso Los Algarrobos
donde sudan las caronas,
donde el Atuel se evapora
en los extensos bañados,
hay un puestito nombrado
el María Auxiliadora.
Allí plantó su ranchito 
entre algarrobo y jarilla, 
lleva una vida sencilla
 con poquitos animales,
pero no faltan corrales
para encerrar la tropilla.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.