Los últimos puesteros: Rubén Pérez

Me contaba Martín Sánchez
que en la puerta del corral,
lo sabía desafiar
con el trenzado en la mano,
a Rubencito un paisano 
que era bueno para el pial. 
Muy cerquita de Puelén
por esa tierra pedrosa,
en las mañanas ventosas
cuando abundan los quehaceres,
sale al galope Don Pérez
del puesto La Pantanosa.
Le gusta tusar cortito
enlanzar algún ternero,
siempre sudando el apero
o tiroteando un sancocho,
entre tropillas y potros
que abundan por el potrero.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.