Los últimos puesteros: Nicanor Héctor Garay

Ojalá esta plegaria
llegue a los campos del cielo,
para encontrar el consuelo
que calme tanto dolor,
por el joven Nicanor
que se nos fue de este suelo.
En el puesto Loma Chata,
allí se encendió su vida,
se crió con mucha alegría 
jugando con sus hermanos,
caminando de la mano
junto a su madre querida.
Del puesto Los Tres Cachorros
algún recuerdo llevó,
era un devoto de Dios
de aquel templo tan lejano,
donde el amor cristiano
por siempre lo bautizó.

Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.