Voy a cantar por mi tierra porque mi tierra me entiende, y en la tonada se prende para bordar el cogollo, y agradecer el apoyo que me dió Don Pedro Méndez.
De allá del Agua Del Toro de la provincia vecina, donde hay gente campesina se vino a talón y azote, ha echado varios galopes de la Tapera Mendina. El trabajó de puestero, más criollo que una chicharra, vuelve a llorar mi guitarra al recordar esos tiempos, de las pobrezas y vientos en el paraje La Imarra.
Versos extraídos con permiso del autor, Ariel “Alpataco” Vazquez, del libro Los últimos puesteros.