Los cultivos de invierno en La Pampa con riesgo de roya y heladas

“Actualmente estamos transitando una etapa crítica porque define buena parte del futuro de la cosecha fina. Es un momento en el que salimos del invierno, empiezan a aumentar las temperaturas y la demora en las lluvias para cargar los niveles de humedad del suelo puede generar pérdidas de rendimiento según las expectativas de la región”, dijo Andrés Corró Molas, jefe de la AER INTA General Pico.

Cada día de atraso en las lluvias es una potencial de rendimiento más bajo de acuerdo a la media y la óptima. Esto sucede cuando los trigos y la cebada están demandando más agua y el líquido está abajo de los 60 u 80 centímetros pero en la superficie, donde están los nutrientes, está se seco y el cultivo ya fue consumiendo la humedad para lograr el desarrollo actual. “Necesitamos algún evento de precipitación de G. Pico hacia el norte para recuperar las condiciones de humedad”, afirmó a RD.

El ingeniero dijo que en la zona de la capital provincial y hacia el sur comenzaron peor la campaña en cuanto a contenido de humedad pero esa región tuvo luego algunas lluvias de 20 a 30 milímetros que le dan condiciones un poco más favorables en este momento.

SANIDAD

“En general en esta región la situación con la roya amarilla está bastante tranquila, pero hay focos en Santa Rosa y Bernardo Larroudé donde se hicieron las primeras detecciones y eso es un alerta para los productores que no deben descuidarse porque esa enfermedad tiene un potencial de pérdidas de rendimiento al 50% y logra un crecimiento muy rápido si se dan condiciones favorables”, manifestó al referirse al hongo que afecta al trigo.

Corró Molas manifestó que para hacer el monitoreo de roya la información está disponible en INTA, porque hay diferencias en cada variedad de las royas. Para octubre se espera la llamada de “la hoja” y luego “la negra o del tallo”. El resto de las enfermedades con este nivel de humedad no se han desarrollado pero las royas con lo que aporta el rocío les alcanza.

HELADAS

Todavía estamos dentro del período de probabilidad de heladas, con posibilidades según algunos pronósticos hasta fines de septiembre y principios de octubre, por un cambio de frente frío. Según la magnitud de ese evento y la zona en donde se den las temperaturas más bajas será la consecuencia del daño. En este momento los trigos están con dos nudos los más avanzados y el resto en macollase, cuanto más adelantado esté el cultivo menos tolera el frío“, consideró.

Corró Molas reiteró la necesidad de controlar las enfermedades sobre los cereales de invierno, porque la roya está y en cuanto se den las condiciones puede avanzar rápido. Mientras la siembra de cultivos de verano está por venir y es momento de monitorear insectos entre los cuales se debe prestar atención a la oruga cortadora previo a implantar maíz y girasol, principalmente si hubo como grano antecesor soja.