Los últimos puesteros: Carlos Roldán

“He tenido buenos pingos, 
me contó Carlos Roldán,
 tuve un zaino, un alazán,
pero el que más me ha gustado,
aquel overo rosado
que nunca voy a olvidar.
Más cuando era redomón
no lo podía enfrenar,
porque en eso de tirar 
no es para un improvisado,
se lo dejé a mi cuñado 
Andresito Villagrán.

Era muy lindo caballo
me fue contando de a poco 
que lo llamaba “El Pochoclo”,
que una vez por un laburo
100 kilómetros lo anduvo
al galope con su choco.

Parece que lo veo
relinchando en el corral,
era tan bueno de andar 
y tan mansito de abajo,
para hacer cualquier trabajo
muy dócil para enlazar.

Al paso de Los Algarrobos
de un galope me llevaba,
cuantos moros correteaba
entre playas y vizcacheras,
y cuantas vacas mañeras 
a empujones encerraba”.

Párrafos extraídos con permiso del autor del libro de versos “Los últimos puesteros” de Ariel “Alpataco” Vázquez.