“Cuando comenzó la cuarentena justo habíamos terminado la cosecha, finalizamos con el llenado de tambores y con una extracción el día en que se anunció la medida”, dijo Alberto Marchesi, presidente de la Cooperativa Apícola Patagonia.
La cooperativa está con el menor movimiento posible y la cosecha lograda no fue la mejor porque las lluvias llegaron un poco tarde (a fines del 2019) llegando a rindes de 15 a 20 kilos según el apicultor, si bien hubo campos excepcionales con un poco más de pasturas, siempre hablando del norte provincial.
En relación a las cualidades, Marchesi dijo que la primera miel cosechada fue más clara y la segunda ya vino con floración de girasol y otros cultivos que oscurecen un poco. “La calidad de la miel fue buena, y tenemos los mismos apicultores del año pasado con los análisis de glifosato sin problemas”, dijo.
En cuanto a la venta, se sigue comercializando con los acopiadores y los precios no han caído. Marchesi dijo que “no se cortó la compra de miel”.
En relación a la circulación de los apicultores, que tienen que revisar en el campo sus producciones, con el certificado nacional de tránsito destinado al agro han podido moverse bien para ir a alimentar las colmenas y mover alzas. “El apicultor puede ir al campo, debe tramitar el permiso y así puede transitar sin problemas”, comentó.
Pensando en julio, cuando los apicultores se preparan para ir al norte, todavía no se sabe si se podrá realizar el viaje. Son temas que se van viendo a medida que avanza la cuarentena, explicó, porque sería un problema salir de La Pampa y después quedar aislado en otra provincia.