“En el laboratorio realizamos investigaciones orientadas a evaluar las propiedades medicinales de las plantas que se desarrollan en La Pampa, sean nativas o naturalizadas”, contó Ricardo Toso, director del Centro de Investigaciones y Desarrollo de Fármacos de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam.
Se trata de investigaciones destinadas a beneficiar a los animales y los humanos para aplicarse en patologías específicas. Toso señaló que muchas plantas son reconocidas como benéficas y se conocen hace años. En el CIDEF cuentan con un banco de extractos con 180 plantas recolectadas en esta provincia y con ese material se hacen los trabajos, allí se pueden ver algunas especies más comunes como eucaliptus hasta algarrobo que tienen propiedades curativas bastante conocidas.
Pensando en la producción animal, Toso manifestó que en los sistemas intensivos se habla de “salud intestinal” porque la convivencia en lugares muy pequeños genera enfermedades ya sea por la recolección de alimentos del piso y por el contagio entre animales. “Los problemas intestinales que se producen, como la inflación crónica, generan una disminución del aprovechamiento de los alimentos con alteraciones en la absorción de nutrientes. La solución para ello es utilizar antibióticos que mantienen la flora intestinal pero lamentablemente es una decisión que está llegando a su in porque en todo el mundo se está prohibiendo el uso de estas sustancias debido a la resistencia microbiana que después afecta a los humanos. Por estas razones, la solución se trata de encontrar en las plantas y se investiga en aceites esenciales de romero, orégano y otros. Sin embargo, no se logra en los animales el mismo efecto que los productos sintéticos y se trabaja en ese desafío”, explicó a RD.
Los residuos de antibióticos han sido rechazados por muchos países compradores y hoy en día la preocupación por la resistencia microbiana es un serio problema mundial.
Toso también destacó que están realizando varios trabajos, así recordó que el centro está con una investigación destinada a humanos al indagar sobre protectores gástricos de origen natural que puedan ser usados con antiinflamatorios no esteroides del tipo del ibuprofeno, para evitar el efecto no deseable del uso prolongado que puede terminar en daños gástricos. Así se puede usar plantas para proteger en lugar de fármacos que tienen efectos secundarios.
“El progreso científico se muestra mediante publicaciones pero posteriormente lo que se quisiera es que el trabajo tenga una aplicación y se pueda incorporar al cuidado humano o para la producción animal”, concluyó.