La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas indicó que en julio el aumento de combustible es uno de los principales factores que afectan los costos del sector y afectan la rentabilidad.
Según analiza el Departamento de Estudios Económicos y Costos de FADEEAC, las variaciones de los precios en el gas-oil resultan atenuadas por el desdoblamiento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). Si dicha recomposición se hubiera aplicado en forma establecida, el incremento del gas-oil debiera haber sido del orden del 2.5%, con lo que el Índice de Costos hubiera superado el 4% en julio.
Vale destacar que la suba del dólar durante los primeros días de agosto puede redoblar las presiones sobre el combustible, dado que debe tenerse en cuenta el actual esquema de semi-dolarización que rige la conformación de precios en el mercado interno.
Desde la desregulación del mercado de hidrocarburos en 2017, el gas-oil se incrementó más del 135%, lo que impacta cada vez más en las estructuras de costos del transporte y agrava la ecuación económico-financiera de las empresas. Se debe a que el combustible es el insumo de mayor gravitación del sector, en particular en media y larga distancia: girando cerca del 40% de la estructura de costos.
