«Los márgenes (después de impuestos) están dando USD 318/hta en zona núcleo y USD 145/hta en zona extrapampeana, un 65-70% por debajo del último año«, dio a conocer IERAL – Fundación Mediterránea para soja y maíz.
Con el informe de Franco Artusso se dio a conocer la perspectiva de la campaña gruesa en soja y maíz, teniendo como parámetros los márgenes del 2022, que para el siguiente años estarían dentro de la media.
Este análisis considera primero los rindes medios de cada región, excepto del maíz en zona extrapampeana (centro – norte del país) que se ajusta un 30% por debajo de la media para captar el efecto negativo que tuvo “la chicharrita” en estas zonas. Se estima que entre enero – agosto de este año el margen neto del productor (después de impuestos) promedió USD 373/hta en zona núcleo (sudeste de Córdoba) y USD 102/hta en zona extrapampeana (supuestos generales: 500 hectáreas, campo propio, 50% soja – 50% maíz). En zona núcleo se observa una mejora del 42% respecto a los márgenes de la sequía 2023 (USD 263/hta), pero en zona extrapampeana se encontraron incluso 16% peor (USD 122/hta) y se acumulan ya dos años consecutivos de malos resultados en la región. En perspectiva, los márgenes de este año se ubican 60-80% por debajo de los registros 2022 previos a la sequía, debido fundamentalmente a la caída en el precio de los granos.
Los márgenes proyectados para 2025 suponen rendimientos medios “normales” en ambas zonas, tanto para soja como para maíz, explica el informe.
Se asume que en zonas extrapampeanas la variable de ajuste por efecto “chicharrita” del maíz será el área de siembra y no tanto el rinde medio (productores que prevean mermas de rindes similares a las de 2024 directamente no sembrarán el cultivo). Permaneciendo todo lo demás constante, dado los precios esperados para la soja y el maíz en Chicago en 2025 (USD 389 y USD 197 por ton, respectivamente), los márgenes (después de impuestos) están dando USD 318/hta en zona núcleo y USD 145/hta en zona extrapampeana, un 65-70% por debajo del último año en que se registraron rendimientos “normales” en ambas zonas (2022).