Destacando el trabajo articulado a nivel nacional, para el seguimiento y control de mangas, gracias a la vigilancia permanente y en todo el territorio, hasta el momento se implementaron acciones de control temprano que, a la fecha, ha permitido tratar más de 1000 focos en distintas regiones del país.
Senasa coordina estrategias de acción, en las que además participan provincias y productores, para prevenir el impacto que la plaga pueda generar.
El servicio lidera un plan de acción, articulado con las provincias de Córdoba, La Rioja y Catamarca y los productores, para el control de tres mangas de langosta sudamericana (Schistocerca cancellata, Serv.), una plaga que forma grupos de millones de insectos (mangas) y amenaza cultivos y pastizales.
Las mangas de langostas – una plaga migratoria y transfronterizas con una capacidad de dispersión de hasta 150 km/día – han sido ubicadas en Sierras Chicas, provincia de Córdoba y la zona límite entre Catamarca y La Rioja.
Debido a que el movimiento de las langostas depende del viento y las temperaturas, existe la posibilidad de que se desplacen hacia el sur, acercándose a la ciudad capital de esa Provincia, como ocurrió en 2017.
Cabe destacar que estos insectos no afectan a las personas ni a los animales; solo se alimentan de material vegetal y no son vectores de enfermedades. Además las zonas pobladas no son su hábitat natural, por lo que tienden a alejarse de ellas.
Emergencia
Recientemente el Senasa declaró la emergencia fitosanitaria por la langosta sudamericana con el fin de acentuar las medidas de monitoreo y control del insecto que se vienen implementando desde febrero pasado, cuando se declaró el alerta fitosanitaria, buscando minimizar su impacto en la naturaleza y en la producción vegetal dado que su alta voracidad, tiene un elevado impacto económico.