“La inflación no da respiro, con septiembre en 3.5% y anualizada superior al 50%. Y con el tipo de cambio creciendo muy por debajo de la inflación y con tarifas de servicios congeladas que marcan una inflación reprimida”, indicó la consultora Zorraquin Meneses.
La brecha, entre dólar oficial y los otros dólares, indicaron que está cercana al 100%. Desempleo cerca del 10% y cayendo la tasa de empleo (más gente dejó de buscar). Banco Central precario de reservas y con deuda en pesos (Leliq) que exceden un 40% la base monetaria. Falta de dólares para importar reflejada en faltante de ciertos insumos (alambre, cubiertas, repuestos). Salarios perdiendo competitividad a pesar de las paritarias. Todos huyendo del peso como reserva de valor y quedando sólo para transacciones. Tasas pasivas (plazo fijo, fondos de inversión) en el orden del 3% mensual en pesos que con un dólar oficial devaluando sólo al 1% al mes, da una renta en dólares cercana al 2% mensual, rentabilidad casi de actividad ilícita.
El gobierno está aplicando el “plan platita” basado en más emisión de dinero, como si no hubiera un mañana (casi el 80% del déficit se financia con emisión).
Aplicando ahora un nuevo esquema (otro más) de precios máximos (deben pensar que estos controles funcionan pero que es un problema de dosis nomás…). El déficit fiscal total se redujo a la mitad en estos primeros nueve meses del año comparado con el 2020, lo que sería una buena noticia para cualquiera menos para un sector del gobierno que le atribuye a esto haber perdido las elecciones en las PASO.
La negociación con el FMI sigue pero sin definiciones sobre la refinanciación a acordar, sumando más incertidumbre. El futuro de largo plazo pareciera llegar hasta las elecciones generales del 14 de noviembre.
Fuente: Zorraquin y Meneses consultores de negocios agropecuarios