“La producción argentina de cebada se incrementó en la última década”, y desde INTA se realizó un análisis del proceso que implica este crecimiento del cultivo en el país.
El trabajo, publicado recientemente, explica que la cebada aumentó “como consecuencia de un aumento de la superficie sembrada y del rendimiento por unidad de superficie”.
En la publicación “Rendimiento y estabilidad de los cultivares de cebada en Argentina” se explica que las hectáreas implantadas se dividen entre variedades pastoriles y graníferas, y estos últimas en cerveceras y forrajeras (de grano forrajero).
“La producción nacional de cebada alcanzó en las campañas 2015 a 2017 un promedio de 4 millones de t/año, involucrando una superficie sembrada de 1.2 millones de ha/año y un rendi- miento en grano promedio de 3.9 t/ha. Estos valores son el resultado de un aumento continuo del rendimiento promediando 58 kg/ha/año desde 1970 y de un crecimiento de 60% en la superficie sembrada durante la última década. Los factores que favorecieron el crecimiento del cultivo fueron varios, entre los cuales se debe mencionar: (1) el recambio varietal que implicó la posibilidad de utilizar mayor tecnología (fertilización) sobre cultivares con mayor potencial de rendimiento, (2) la mayor cantidad de recursos destinados a la investigación del cultivo lo que permitió mejorar el manejo y el mejoramiento genético del cultivo, (3) la expansión del cultivo de soja, siendo la cebada mejor antecesor que el trigo para soja, debido a que la cebada permite anticipar la cosecha respecto del trigo y (4) las restricciones a las exportación de trigo impuestas entre los años 2008 a 2015, cultivo que liberó la mayor parte de la superficie ocupada con cebada en los últimos años”, se explica.
Para conocer más detalles se puede consultar el libro publicado por INTA en el 2020.