La faena bovina continuó en suba durante diciembre

En diciembre de 2020 en el Mercado de Liniers se comercializaron 127.762 cabezas de ganado vacuno, indicó la CICCRA. Es decir, 6,1% más que en noviembre y 14,1% más que en el último mes de 2019.

Ante esa suba de la faena, razones macro económicas hicieron que el ternero de invernada pasó de costar 100/105 $/kg en marzo a costar 180/190 $/kg en diciembre.

Esto se produjo porque cada productor que vendía una jaula de animal gordo, en el afán de no quedarse con pesos en su cuenta corriente buscó en la compra de terneros su reserva de valor.

Por otra parte, la sequía en Latinoamérica, el atraso en la siembra de la cosecha gruesa en Estados Unidos de Norteamérica, y la caída del dólar a nivel mundial, provocaron el aumento de las commodities agrícolas, elevando el precio del maíz de 8 $/kg en marzo a 20 $/kg actualmente.
Esta combinación de factores primero le restó rentabilidad al feedlot para pasar a ser deficitario, por lo tanto, la cantidad de animales encerrados disminuyó drásticamente y, ante la falta de animales terminados los precios comenzaron a subir.

“Con la flexibilización de la cuarentena, la demanda aletargada despertó con la apertura casi total de la economía y convalidó el aumento de precios en los finales de noviembre y diciembre, merced al aumento de la liquidez que se observó en la economía a lo largo del año. El deseo de consumo de los argentinos venció al bolsillo flaco. Suponemos que a partir de enero ocurrirá lo contrario”.

En línea con lo expuesto más arriba, el exceso de oferta de pesos en la economía argentina también fue el que permitió que el precio promedio de la hacienda en pie subiera 19,9% respecto al mes anterior y acumulara una suba de 150% en casi un año y medio. De esta forma, la caída de 8,3% observada durante el período de ‘cuarentena’ más estricta (mayo vs. marzo) quedó totalmente superada. En diciembre el valor del animal en pie acumuló una suba de 66,5% con relación a marzo del año pasado y de 72,3% con respecto al cierre de 2019. Con estos guarismos, ahora el precio de la hacienda terminada creció apenas inferior al del precio de la invernada (también explicado por el interés por resguardar el capital de trabajo en el bien de cambio). Entre julio de 2019 y noviembre de 2020 el precio de la invernada aumentó 5,8% equivalente mensual (145,3% entre puntas), mientras que el precio promedio de la hacienda negociada en el Mercado de Liniers aumentó a un ritmo de 5,5% equivalente mensual (acumulando un alza de 149,6% entre julio ’19 y diciembre ‘20).
Acompañando la evolución del precio de la hacienda, entre noviembre y diciembre de 2020 el precio promedio de los principales cortes de carne vacuna registró una suba de casi 20% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), al tiempo que con relación a diciembre de 2019 experimentó una suba también similar a la de la hacienda, del orden de 74,8% en este caso. Todo esto, además, coincidió con la evolución del conjunto de los precios estacionales que forman parte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el INDEC, y que hasta noviembre ya crecían a un ritmo interanual de 63,3%, cuando el nivel general del IPC lo hacía a una velocidad de 34,2% (producto del ‘freno’ que le imponen los precios regulados por el Estado, que subieron sólo 15,9% en doce meses).