Anualmente, el Laboratorio nacional del Senasa verifica un promedio de 70 millones de dosis que se destinan a la inoculación de los animales para prevenir la enfermedad.
La vacuna utilizada en las dos campañas anuales de vacunación contra la fiebre aftosa que se realiza en la Argentina es de producción local. Existen en el país tres laboratorios productores autorizados: ACA, Biogénesis Bagó y CDV. Todo el proceso en el control de calidad de la vacuna es de carácter público, en el cual los laboratorios elaboradores son veedores de todas las etapas del proceso que lleva adelante el Laboratorio nacional del Senasa.
Los controles que se realizan para validar la eficacia y pureza de la vacuna, implican las verificaciones oficiales de inocuidad, esterilidad, potencia, pureza y seguridad general. El Senasa realiza este trabajo de control en la especie de destino en un campo experimental propio ubicado en la localidad de Colonia 25 de Mayo, en la provincia de La Pampa. Esta verificación –antes de que la vacuna salga al mercado– apunta a resguardar la sanidad animal de la Argentina y contribuir al desarrollo ganadero.
En definitiva, el Laboratorio central del Senasa interviene en una etapa fundamental de la cadena agroalimentaria resguardando la inocuidad, potencia y protección de las vacunas que se distribuyen a nivel nacional e internacional.