Con una carpa color naranja, emplazada en el predio de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam, un equipo del vacunatorio del Hospital Gobernador Centeno atendió a todos los interesados y vacunó contra la Fiebre Hemorrágica Argentina.
Esta enfermedad, conocida como el Mal de los Rastrojos, se vincula al agro y sus trabajadores porque es transmitida por los desechos de los roedores principalmente en el ámbito rural. Con una única dosis de por vida se considera lograda la tarea de prevención.
Esta mañana, de 9 a 12, Martina Urruchuaga encabezó como jefa del Servicio de Vacunación al grupo de trabajo tomando datos, asesorando y vacunando en tres horas a unas 65 personas. Explicó a este portal, que dentro de la provincia el único lugar que tiene stock de estas vacunas es General Pico. Por esa razón, desde aquí se organizan las jornadas para la zona norte, que es la región donde ha habido casos registrados de la enfermedad y también por la proximidad con otras provincias que tienen circulación de la fiebre.
Se trata de ir a las localidades para acercar este servicio, señaló, pero teniendo los cuidados necesarios que requiere la vacuna para ser almacenada a 40° bajo cero y que debe ser descongelada 24 horas antes de ser usada, con una vida útil posterior limitada a unas ocho horas. En el hospital de General Pico el tercer viernes de cada mes se hacen aplicaciones contra la Fiebre Hemorrágica Argentina.
«Quienes están en la actividad agropecuaria, trabajan en el campo o cualquier persona que tiene contacto con la naturaleza está en riesgo, porque es una enfermedad transmitida por los ratones. Si bien se la considerada bastante erradicada todavía aparecen casos», consideró Urruchuaga.
La manipulación de cereales, pastos y otros elementos donde el roedor pudo orinar o dejar heces es el punto de riesgo. Por esa razón se vacuna, entre los 15 y 65 años, a quienes tienen mayor riesgo de contagio como productores, trabajadores rurales, camioneros, contratistas y otros.
Cada año desde esta ciudad se vacuna contra el Mal de los Rastrojos usando unas 500 dosis destinadas al norte pampeano.