La Federación Veterinaria Argentina se refirió a la necesidad de hacer un uso responsable de los antimicrobianos, prevenir la resistencia, producir alimentos seguros y considerar la misma calidad para el consumo interno que para la exportación.
“Estamos terminando el año y comenzando una nueva gestión porque recientemente tuvimos en Buenos Aires la asamblea de la federación en la que se renovaron las autoridades y seguimos por un período más varios de los integrantes de la comisión anterior con algunas incorporaciones nuevas” indicó Héctor Otermin, médico veterinario presidente de la FEVA.
El 2018, afirmó, fue positivo en cuanto a la actividad de la institución y ahora seguirán trabajando por tres años más. En la asamblea estuvo presente el presidente de Senasa, Ricardo Negri, y Federico Luna del área de medicamentos del mismo servicio. Con estos funcionarios se habló sobre los lineamientos en cuanto a productos veterinarios y las exigencias internacionales con relación a la resistencia antimicrobiana.
“En cuanto a la resistencia antimicrobiana la federación ha tenido participación en la visita de la OIE que hizo un relevamiento del laboratorio de Martínez que tiene Senasa, el Instituto Malbrán y hubo encuentros con quienes comercializan productos de veterinaria o están relacionados de alguna manera. Con nosotros dialogaron sobre la preocupación sobre sí existe conciencia o no sobre el uso de los microbianos en los profesionales y los productores que los usan”, explicó. También se participó en la Semana Mundial del Uso de los Antimicrobianos, porque a corto plazo se viene una implementación de comercialización diferente desde que el medicamento sale al mercado hasta su aplicación. Señaló que hay fallecimientos de personas por la resistencia de microbianos y si no aparecen medicamentos nuevos “para el 2050 esta podría ser una de las principales causas de muerte en el mundo”. Con este panorama, se busca hacer un uso responsable de los productos, e incluso ya se prohíbe la utilización como promotores de crecimiento. En relación a la “metafilaxia” o el uso generalizado de un antimicrobiano para solucionar un problema sanitario, resaltó que es una acción que se lleva adelante cuando no hubo vacunas preventivas. Otermin señaló que esto pasa en la medicina veterinaria pero también con los humanos que se automedican y adquieren remedios en las farmacias para una gripe u otro problema sin tener un diagnóstico exacto.
El presidente de la FEVA destacó que en los animales para faena se cuestiona la existencia de residuos en la carne, y la falta de respeto de los tiempos de carencia.
“EL MUNDO NOS ESTÁ DEMANDANDO ALIMENTOS SANOS”
“El mundo nos está demandando alimentos sanos, inocuos, no sólo por un capricho o barrera parancelaria sino que hay que tomar conciencia y producir estos alimentos también para nosotros”, señaló. Se requiere conciencia del productor pensando no en abastecer de carne sino de alimentos, siendo ese el primer eslabón de la cadena. Hay mercados internacionales, como China, que ya han determinado sus protocolos de importación y esos programas de brucelosis, carbunclo, rabia, tuberculosis y otras enfermedades, y durante el 2019 para Brucelosis estará implementado el programa nacional con algunas modificaciones. Para tuberculosis, recordó que hay cuestiones a tener en cuenta y en el Comité Permanente del Cono Sur la preocupación radica en algunos cambios dentro de la enfermedad, como se observa en Uruguay porque dejó de ser crónica en animales grandes y se puede observar en hacienda joven con un brote bastante agudo. En algunos países hay problemas en cuanto a diagnóstico, con incongruencias entre lo que se observa a campo y después de la faena. “Se está viendo cuál es el problema. Si es el uso de la tuberculina o están apareciendo nuevas cepas de la bacteria Mycobacterium que no son detectadas”, consideró.








