La Cumbre Sudamericana AgroGlobal planteó una agenda internacional

La Segunda Cumbre Sudamericana AgroGlobal convocada por la Fundación Barbechando, junto al Espacio Legislativo Interpartidario del Agro (ELIA) y las diez instituciones del Comité Ejecutivo Agrobioindustrial -CREA, FADA, Aapresid, ACSOJA, ASAGIR, MAIZAR, ASA Y Coninagro- reunió a parlamentarios, técnicos y referentes del agro de siete países de América del Sur: Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y Chile. Con un objetivo ambicioso, pero posible: construir una agenda común para el agro sudamericano.

Durante la apertura, Ángeles Naveyra, Presidente de Barbechando, dejó un mensaje que resonó en cada intervención posterior: “Ojalá que cuando termine esta cumbre, empiece el verdadero trabajo. Definamos la agenda y avancemos juntos para adelante”.

Y el trabajo ya comenzó: se firmó la Carta de Buenos Aires, que sella los compromisos asumidos por los países participantes, y los países se comprometieron a crear el Espacio Parlamentario Agroindustrial de Sudamérica, un ámbito institucional para sostener el diálogo, coordinar acciones y llevar la voz del agro regional a los espacios de decisión.

En ese marco, Jorge Sáenz Rosas, presidente de CREA, y miembro del Comité organizador destacó: “La Carta de Buenos Aires refleja el espíritu de la Cumbre: plural, técnico, profundamente comprometido con el desarrollo agrobioindustrial y la integración regional. Y lo más importante: no es un documento para la coyuntura, sino una hoja de ruta para el mediano y largo plazo, que trasciende gobiernos, ciclos y fronteras”.

Más de cuarenta diputados y senadores argentinos, junto a poco más treinta parlamentarios de países vecinos, compartieron debates con especialistas y actores del sector privado. Se sumaron 180 asistentes presenciales y 150 lo siguieron por streaming. La cobertura de 30 medios reflejó el interés creciente por una integración que no es solo económica: es política, territorial y cultural.

Durante la jornada se abordaron los desafíos comunes de la región, el impacto de las reglas del comercio global, la necesidad de avanzar en infraestructura y conectividad desde una mirada estratégica, y el rol clave que debe asumir el Congreso en la promoción de políticas públicas que impulsen el desarrollo del agro.

Desde Brasil, la senadora federal y ex ministra de Agricultura, Tereza Cristina, compartió la experiencia del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) como canal institucional de defensa del agro y dejó un mensaje claro: “Las decisiones políticas deben estar conectadas con la realidad del campo. Además, la forma de producir que tenemos en Sudamérica es diferente a la del resto del mundo. Y eso es lo que nos une”.

UNA CONCLUSIÓN QUE MIRA HACIA ADELANTE

La cumbre dejó un mensaje claro: Sudamérica tiene los recursos, la experiencia y el talento para convertirse en una potencia agroindustrial integrada, pero necesita decisión política, cooperación regional y diálogo sostenido. El Congreso de la Nación se convirtió, por un día, en el corazón de esa conversación, pero el verdadero desafío —como señaló Naveyra— empieza ahora.

El agro no es solo una actividad productiva: es cultura, territorio, empleo, innovación y futuro. Y cuando los países de la región se reconocen como socios en lugar de competidores, el camino hacia un desarrollo compartido se vuelve posible.